Os catalogan como psicodelia popular o electrónica tradicionalista, ¿cuál sería la etiqueta más certera, si hubiera alguna, y qué influencias musicales y culturales han moldeado el sonido de Ruiseñora?
(ELIA) La de “psicodelia popular” la planteamos nosotros mismos al principio, cuando la parte compositiva estaba más cerca del rock progresivo que de la electrónica más pura, pero nos parecen bien todas las etiquetas que nos quieran poner. Cada vez que alguien que no nos conoce nos pregunta qué tipo de música hacemos nos echamos un poco a temblar, la verdad, porque no es tan fácil de explicar, y porque además creemos que es cambiante hasta cierto punto. Al final hay un cúmulo de influencias y de pasiones transitorias que van moldeando el proyecto y que no se acaban nunca, pero la marca de agua del proyecto al final, un poco sin querer queriendo, está bastante marcada.
¿Y cómo surgió la idea de combinar saetas y psicodelia, copla y electrónica, refranero popular y sonidos progresivos…? ¿Qué desafíos os plantea?
(ATILIO) Desde el principio aspiramos a combinar sonidos actuales (o no tanto) con melodías tradicionales. Ese contraste nos llamaba la atención, nos parecía inacabable. Todo empezó con la voluntad de incluir un acento diferente y una forma de cantar que no era la habitual a nuestro alrededor, de incluir un imaginario de raíz en la música que entonces estaba componiendo. Luego fueron llegando las referencias, como cuando vi mi primera procesión, que fue algo que me emocionó profundamente. Siempre hemos buscado experimentar con la tradición, pero no nos cerramos puertas, creemos que hay muchos hilos aún de los que tirar, y no nos ponemos ninguna traba.
«Todo empezó con la voluntad de incluir un acento diferente y una forma de cantar que no era la habitual a nuestro alrededor»
El grupo Ruiseñora nace y luego se hace, ¿cómo habéis vivido vuestra evolución musical y personal desde la creación del grupo?
(ELIA) Nuestra historia personal, al ser pareja, está inevitablemente unida a la del proyecto musical. Por poner un ejemplo, publicamos nuestro primer disco un mes y medio antes de que naciera nuestra hija, y el segundo acompañó a una crisis. Desde entonces hemos crecido mucho, tanto profesional como personalmente. Creo que la evolución del proyecto, lenta pero segura, refleja muy bien nuestra forma de hacernos mayores y avanzar en la vida, sin grandes aspavientos. Con mucha fe en la creación y en el arte, pero sin perder pie.
¿La inspiración os llega trabajando o las musas pueden aparecer en cualquier momento? ¿Cómo es vuestro proceso de creación?
(ATILIO) Trabajando. Primero compongo la estructura musical, y después creo una línea de voz, sobre la que Elia escribe la letra, y después vienen los arreglos, la grabación de voces, la producción y la mezcla. Luego las canciones varían bastante de cara al directo, pero normalmente el proceso es siempre el mismo.
¿Hay algún artista, estilo o género en vuestra lista de deseos con el que os gustaría experimentar en próximas producciones?
(ATILIO) Ahora mismo estamos tocando géneros muy distintos para el nuevo disco, desde el flamenco hasta el pop (más pop que antes), y experimentando con arreglos orquestales, algo más sinfónico. A ver qué sale, creemos que algo potente y bonito.
Fuera de los escenarios, ¿qué música suena en casa de Ruiseñora?
(ELIA) ¡De todo! Tenemos gustos musicales muy dispares, así que cada uno escucha lo suyo, y en el coche, que es cuando tenemos que turnarnos, suena desde techno hasta The Bangles, pasando por Franco Battiato, Amaia, The Cranberries, Mecano o Camela.
