La bruja Circe

Y pasadas las fiestas de la luz, las candelas y San Blas, llegará como precursor de los carnavales la quema del pelele.

En esta época de lavadoras en casa y lavanderías no nos paramos a visualizar lo que sería romper el hielo de los pilones para lavar la ropa, las más de las veces, las lavanderas, mujeres tenaces y resueltas a sacar adelante a sus familias, en muchas ocasiones solas por haber perdido de uno u otro modo la ayuda de sus parejas, con sus ropas y calzados poco protectores y sus dedos helados trabajaban en unas muy difíciles condiciones así que, que se lanzasen a una celebración cuando esperaban mejor tiempo en la que la quema del pelele parece decir: nosotras podemos, luchamos cada día y luchamos solas y eso hacían en una sociedad sin ayudas, sin protección al trabajo donde prácticamente a una mujer con familia le estaba negado ganarse el pan, sacaban adelante su casa y muchos de sus descendientes han ocupado cargos y tenido trabajo importantes.

La celebración que se perdió en la dictadura fue recuperada por la Universidad Popular de Cáceres en 1989.

Ahora niños y mayores recuerdan a estas mujeres que fueron abanderadas por la integración, luchadoras por los derechos, pioneras en la libertad de poder luchar por sí mismas y ni siquiera lo sabían.

Hoy mi homenaje a ellas, que rompían el hielo para lavar las sábanas y las ropas, que caminaban con sus cestos y sus ropas limpias pero justas y que levantaron una bandera en favor de la solidaridad y las mujeres trabajadoras.

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