Lunes de papel
Emilia Guijarro

A diario en el mundo suceden más cosas buenas que malas. Si hacemos un repaso por los principales medios de comunicación vemos que todos los días se producen noticias que te alegran el café́ de la mañana. Hace unos días se publicaban los avances en la lucha contra el cáncer, por el descubrimiento de un fármaco que frenaba el crecimiento de las células tumorales, y al día siguiente grandes avances en la lucha contra el Parkinson, sin necesidad de operación ni anestesia. Solo dos ejemplos de los avances de la ciencia y la humanidad.

Pero son noticias pequeñitas, que se asoman a las paginas como de soslayo, casi sin que se noten. Eclipsadas por todo un maremágnum de noticias sobre corrupción, asesinatos, desastres naturales, muertes en los mares, y desgracias de todo tipo. Por eso, a veces, hay que sacarlas a la luz, hay que enfocarlas con la linterna.

Cerramos el año con 100 trasplantes y esa es una buena noticia

El año 2018 fue un año en el que nuestra región fue protagonista de muchas noticias. Destacaron las negativas: descarrilamientos de trenes, falta de infraestructuras, despoblación y otros males que nos afectan y que pesan sobre nosotros como una maldición bíblica, pero también han ocurrido cosas buenas, y hay en algo en lo que somos los primeros del país: Hemos batido récord en donaciones y trasplantes de órganos y piel. Según la Memoria sobre trasplantes del año 2018, en nuestra Comunidad ha habido 69 donantes de órganos y 100 trasplantes, 69 renales y 31 hepáticos. Somos los primeros en solidaridad.

Para llegar a este punto ha habido que trabajar mucho, y durante mucho tiempo, una labor constante que tuve ocasión de conocer de la mano de Julia del Viejo, a la que quiero recordar, porque se dejó la piel y la vida en su labor constante de difusión y concienciación de una acción que es lenta pero que da sus frutos.

Julia no estuvo sola, contó con la impagable ayuda de las asociaciones que fomentan la donación de órganos y con la comunidad educativa que, desde que yo recuerdo, trabajaban con los alumnos en la necesidad de la solidaridad. Y, por supuesto, con los profesionales del SES que ponen todo su empeño en el éxito de la labor.

Cerramos el año con 100 trasplantes y esa es una buena noticia que hay que compartir, alegrarse por los receptores, que tienen una nueva oportunidad de vivir y agradecer a los donantes y sus familias que hayan regalado vida.

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