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“No he investigado nada para componer este personaje. Me negaba. No quise ver la serie que emitió TVE con Silvia Munt, ni nada relacionado con La Colometa que hayan interpretado otras actrices” expresa Lolita Flores a AVUELAPLUMA –mientras descansa en una habitación del hotel Pachá en Ibiza, horas antes de enfrentarse a una nueva función– acerca de este papel que devuelve a la artista al teatro de altos vuelos.

“Lo único que me importaba era aprenderme el texto para poder encontrarme con esa mujer. Y me he encontrado con ella. Yo la veo como una mujer fuerte, luchadora. Una superviviente. Ella ve la vida desde otro prisma, con la sonrisa del que no quiere sufrir, pero ha sufrido”.

La cantante y actriz llenará esta semana el Gran Teatro cacereño convertida en La Colometa, con su actuación en una única función de “La plaza del diamante”, un duro monólogo interior, desgarrador y costumbrista.

“Acepté este papel porque Serrat me lo ordenó”

“Es una obra para todos, para que los mayores recuerden una época terrible y que los jóvenes sepan que hemos atravesado una época terrible, que no hay que volver a repetirla”.

La actriz, 39 años después de subirse por primera vez a un escenario, asume este reto teatral, profundamente visual y poético. “Soy un poco neófita en esto del teatro porque desde hace una década no entraba de lleno en una obra, pero lo cierto es que el público está respondiendo muy bien y las críticas también”. Lolita debutó en el teatro con “Ana en el Trópico” allá por el 2005, poco después de haber recogido un Goya a la Mejor Actriz Revelación por “Rencor” de Miguel Albadalejo. “Las salas hay que llenarlas y con un 21% de IVA cultural no es fácil” asegura la artista que ha colgado durante meses el cartel de “No hay entradas” en el Teatro Español de Madrid, en una sala tan intimista que el público casi podía sentir el aliento de la intérprete.

La actriz que explica que “acepté este papel porque Serrat me dijo: debes interpretar a La Colometa”; el cantautor le llamó a las 2 de la madrugada de un día cualquiera, para evitar que la intérprete declinara la oferta; una oferta que podría provocar vértigo en cualquier actor, por la exposición tan grande que supone este monólogo descarnado.

Perdida en el mundo…

“La plaza del Diamante”, de Mercè Rodoreda, se desarrolla en los años de la posguerra. Cuenta la historia de Natalia (La Colometa) una chica que se siente perdida en el mundo. Huérfana de madre, verá partir y morir a sus seres queridos, pasará hambre y miseria y se verá muchas veces incapaz de sacar adelante a sus hijos. Lolita Flores interpreta, con su característica fuerza en los escenarios, este duro monólogo interior, costumbrista y desgarrador, lleno de simbolismos.

La novela es una crónica fiel de la Barcelona de posguerra y de cómo marcó este periodo histórico a sus habitantes. Mercè Rodoreda está considerada una de las escritoras de lengua catalana más influyente de su época y su obra se ha comparado a veces, por su estilo y su capacidad descriptiva, con la de Virginia Woolf. A la muerte de la autora, Gabriel García Márquez afirmó sobre “La plaza del diamante” que era «la más bella novela que se ha escrito en España después de la Guerra Civil».

“Las salas hay que llenarlas y con un 21% de IVA cultural no es fácil”

“Creo que estoy haciendo un homenaje a mi padre, ese gitano catalán que se paseaba por la plaza del diamante” explica la actriz que da vida a La Colometa (después de que la encarnaran intérpretes como Ana Belén, la mencionada Silvia Munt y Jessica Lange). “Flores promete emocionar al público asistente más que nunca y con otro aire» en esta adaptación de Joan Ollé para Bitò Produccions de la exitosa novela publicada en 1962, explican desde la propia productora.

“Es una función que remueve muchos aspectos de mi interior y la acabo muy emocionada; dentro de la contención del personaje” afirma Lolita, que —en este sentido— explica cómo el director de la obra, Joan Ollé, le dijo “ese león que tienes dentro lo voy a amarrar; y realmente lo ha conseguido. Estoy cómoda con este personaje porque él me ha dado la pauta perfecta”. Que no se te mueva el cuerpo, que se te mueva el cerebro, le pedía Ollé antes de lanzar a Lolita sobre el escenario.

Ollé ha dicho sobre Lolita que “no interpreta, sino que encarna”. Lo puedes comprobar el próximo jueves, 19 de febrero, cuando Lolita se suba al escenario del Gran Teatro.

Eduardo Villanueva /

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