“En el Día Internacional de la Mujer reconocemos los logros que la comunidad internacional ha obtenido con mucho esfuerzo en favor de las mujeres y las niñas del mundo. Celebramos los extraordinarios logros alcanzados por las mujeres y las niñas en nuestras sociedades. Y redoblamos nuestro compromiso de ampliar esos logros a todas las niñas, en todas partes.
Pero la lucha por la igualdad de género está lejos de terminar. De hecho, incluso antes de la COVID-19, la desigualdad de género seguía siendo la injusticia más generalizada y significativa de nuestro tiempo. Sin embargo, la pandemia ha agravado aún más sus consecuencias¨.
A medida que nos adentramos en el tercer año de la COVID-19 y tratamos de avanzar hacia una era pospandemia, la verdadera recuperación debe ser igualitaria desde el punto de vista de género.
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La COVID 19 está devastando la vida de las niñas. Los continuos cierres de escuelas, el estrés económico y las interrupciones de los servicios están poniendo en peligro la salud, el bienestar y el futuro de las más vulnerables. Puede que, en todo el mundo, más de 11 millones de niñas no regresen a la escuela después de la pandemia. Otros 10 millones corren el riesgo de contraer matrimonio infantil en la próxima década. Y, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, en ese mismo periodo podrían producirse dos millones más de casos de mutilación genital femenina.
A medida que los confinamientos obligan a los niños a pasar más tiempo en sus casas, las niñas asumen una mayor parte de las tareas domésticas. Muchas se ven obligadas a convivir estrechamente con un maltratador, separadas de los servicios y las comunidades que les ayudan a protegerse. La violencia de género, incluida la violencia sexual, está en aumento.
No podemos dejar que una generación de niñas tenga que cargar con el coste de esta pandemia durante el resto de sus vidas. Las niñas deben constituir el elemento central de los planes mundiales, nacionales y locales de respuesta y recuperación de la pandemia.
Esto significa mantener las escuelas abiertas para que las niñas puedan reanudar su educación, e invertir en recursos para contribuir a que todas aquellas que se han quedado atrás puedan recuperarse. Significa reinvertir en su salud y educación, incluida la salud sexual y reproductiva y mejorar su acceso a servicios de salud e higiene menstrual de calidad. Significa proteger a las niñas de todas las formas de violencia, incluidas las prácticas nocivas como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
Las niñas empoderadas son un factor de progreso. Las niñas de todo el mundo están defendiendo sus derechos y pidiendo exactamente este tipo de medidas. Tenemos que escucharlas. La estabilidad, la paz y la prosperidad mundiales dependen de ello.
En el Día Internacional de la Mujer, comprometámonos con una recuperación de la COVID-19 centrada en las niñas que ayude a crear un mundo pospandemia más justo e igualitario para ellas, y un futuro más brillante, pacífico y próspero para todos nosotros”.
Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.