Te entrevisté hace un año, antes de saber la que se nos venía encima, y hablábamos sobre el posicionamiento feminista del Ayuntamiento de Cáceres ¿continúa siendo así?

Claro. Seguimos siendo un Ayuntamiento feminista. La pandemia ha minado a la sociedad entera pero a la mujer con especial virulencia. Las mujeres han sufrido especialmente los efectos de la pandemia. Tenemos razones de mucho peso para seguir apostando por los valores feministas con una agenda de tareas.

Lo que tenemos que conseguir es que la igualdad real se venga consolidando. Ahora con la Covid los problemas estructurales laborales y en todos lo ámbitos de la vida se han agudizado.

La pandemia ha dejado ver los problemas graves y estructurales y la desigualdad ha quedado en evidencia. Las mujeres lo han sufrido mucho.

¿Cómo ha sido la situación que ha vivido la mujer?

Nos ha hecho tomar decisiones adaptadas a las circunstancias. Las mujeres ahora son las más afectadas porque han sido las que han estado en primera línea. Además, han tenido que cerrar empresas, otras estaban en la economía sumergida y ahora se encuentran que no se pueden beneficiar de los Ertes, que han sido una buena medida. Por último, todo lo que tiene que ver con los cuidados de niños y niñas con los cierres de colegios ha recaído principalmente las mujeres. De hecho, muchas han tenido que compaginar el trabajo, las labores del hogar, más el cuidado de niños, más el cuidado de mayores. Todo esto ha generado una situación muy tensa que al final repercute en su salud y en su carrera profesional y en su autonomía para desarrollar proyectos de vida propios.

En el caso de la violencia de género se ha agudizado todavía más por el control permanente y las medidas restrictivas, que ha provocado un contexto en el que cuanto más férreas son las medidas más controlada y más vigilada está por su maltratador. Además, están más alejadas de las personas donde pedir ayuda y de los centros a los que acudir. Por supuesto han bajado el número de denuncias, pero nos consta que las agresiones se han recrudecido. Ha sido un tiempo en el que hemos tenido que tomar medidas urgentes y alternativas.

En el caso de Cáceres ¿qué medidas concretas habéis tomado desde el Ayuntamiento?

Con el tema de la violencia de género hemos tenido que buscar recursos aparte de los que ya teníamos. Necesitábamos alejar a las víctimas de sus agresores. Por ejemplo, llegamos a acuerdos con empresarios de apartamentos turísticos. Además, participamos en la campaña ‘Mascarilla 19’ e hicimos una campaña propia con los vecinos y vecinas de Cáceres. Esta campaña ha sido tan eficaz que ha habido llamadas de vecinos que han salvado la vida de mujeres.

 A pesar de la situación, es verdad que hay una mayor concienciación respecto a esta lacra

 Sí, es cierto. Aunque sigue habiendo un grupo de personas absolutamente intolerantes que siguen pensando que esto de la violencia de género es un invento de las feministas y piensan que algo habrá hecho la mujer y ese tipo de barbaridades. Eso sí, la mayoría de la sociedad cada vez entiende mejor el problema y es que la agresión está fundamentada en que un hombre, solo por el hecho de ser un hombre, tiene el derecho de mantener a la esposa bajo un control estricto. Ahí sí que estamos avanzando.

En el momento más duro de la pandemia la sociedad cacereña se portó de forma modélica, y me emociono al decirlo.

Luego a estas mujeres han necesitado ayuda para reconducir su vida como terapia psicológica y todos los mecanismos que tenemos dentro de la red.

Otro de los grandes problemas es el empleo femenino ¿cómo habéis trabajado en esta línea?

Uno de los grandes problemas que hemos tenido ha sido con las empleadas del hogar internas, que por el miedo al contagio fueron despedidas. Muchas de ellas no tenían ni casa para vivir porque viven donde trabajan. El problema es que muchas de estas mujeres no estaban dadas de alta. Se han visto en la calle sin ayudas que puso el marcha el Gobierno de España.

Uno de los proyectos que tenemos es trabajar con las empleadas de hogar, primero para que conozcan sus derechos, pero también vamos a iniciar una campaña de sensibilización con empleadores y empleadoras para que entiendan que igual que a mi me gusta reclamar mis derechos como trabajador, también las personas que trabajan para ellos lo tienen.

Tenemos que seguir luchando por sacar a la clase trabajadora de la economía sumergida. Las que están colocadas en los cuidados, y también ocurre en la hostelería, sin contrato o no todas las horas que deberían y han generado unas bolsas de colectivos vulnerable. Si hubiera habido mayor respeto a las leyes laborales.

En el 2020 ya se había subido las prestaciones económicas, pero claro pero tuvimos que seguir pasando dinero a esas ayudas porque seguían subiendo las solicitudes.

Cuando ya nos permitieron disponer del superávit del año anterior seguimos gastando de ahí y hemos llegado a gastar un millón de euros. Hemos duplicado el número de ayudas.

La idea es contar este año con este millón o incluso que se pueda ampliar porque sabemos que esto no acaba. También ha subido el número de meses de alquiler, hipoteca y alimentación porque la situación lo requiere. Las necesidades se han incrementado.

Hasta enero de 2019 se tardaba alrededor de un mes en concender las ayudas. Ahora con la pandemia como mucho tardaban una semana porque necesitan unos trámites.

Otro tema es la conciliación familiar…

Las mujeres se han hecho cargo de los niños y muchas han tenido miedo de utilizar recursos como los centros de educación infantil por el contagio. Ese miedo sigue vigente porque hay plazas en las guarderías.

Las mujeres se quedan en casa bien teletrabajando, o bien porque, lamentablemente, han decidido salir del mercado laboral.

Las que cuentan con un trabajo parcial tienen más posibilidades de padecer pobreza porque cotizas menos, tienes menos paro y a la hora de cobrar la jubilación también se nota, siendo muy complicado llevar una vida digna.

Hemos puesto en marcha también un proyecto de una red de servicios de cuidado para que las mujeres puedan contar con este recurso.

Además, hemos sacado unas ayudas a la conciliación para guarderías, campamentos, ludotecas…

 Otro tema que me interesa es el de prevenir el acoso y agresiones en el ocio nocturno

 Hemos hecho lo más importante que es poner en marcha el protocolo, parte de formación y tenemos más actividades previstas, cuyo desarrollo dependerá de la evolución de la pandemia.

Una medida muy importante es el tema de los puntos negros: las zonas de Cáceres más oscuras, ocultas o menos transitadas provocan inseguridad en las mujeres. Hemos elaborado un mapa, que puede ser mejorable y que ya está internet y se han empezado a iluminar calles y parques determinados para que vayamos seguras por las calles.

Por último, este año queremos sacar adelante el Plan de Igualdad y además tenemos en mente trabajar con los centros educativos para que los más pequeños tomen conciencia sobre la importancia de la igualdad, aunque ahora todo está muy restringido y no podemos hacer visitas. Hemos reinventado el proyecto y trabajaremos con las AMPAS vía online.

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