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70 obras del pintor extremeño se exhiben en la Fundación Mercedes Calles.

Sobrevivió como aprendiz de pintor en el Madrid de la posguerra y se hizo un hueco en la tradición expresionista y trágica de la pintura española, con cuadros donde se puede observar la crueldad en sus tauromaquias, sus disturbios callejeros… Barjola destacó por plasmar en su pintura un alto componente moral, con un gran dominio del color y del gesto de las personas.

Unas 70 obras del pintor extremeño Juan Barjola, algunas de ellas pintadas durante su infancia, componen la nueva exposición de la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballestero de Cáceres (MCCB), que podrá verse en su sede de la plaza de San Jorge hasta el 19 de octubre, y con la que se rinde homenaje al artista en el décimo aniversario de su muerte.

La muestra, comisariada por el director del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz, Antonio Franco, reúne óleos y dibujos de los últimos 20 años de creación del pintor nacido en Torre de Miguel Sesmero (Badajoz), algunos de las cuales no se han expuesto hasta ahora ya que pertenecen a colecciones privadas o a la propia familia. También se pueden ver unos dibujos que realizó cuando tenía 11 años y en los que ya se aprecian esas figuras convulsivas de la sociedad que aparecerán muchos años más tarde en sus cuadros, por lo que la exposición ha recibido el nombre genérico de “Barjola. Desde la memoria”.

Se trata de una muestra que «indaga en su particular forma de entender el arte» y en la que se pueden apreciar dos extremos: el primero situado en el mundo de su infancia en el pueblo pacense, «cuando Barjola todavía no sabía que era Barjola». El otro extremo de la exposición se sitúa en sus últimas producciones en las que se deja patente el «sentimiento dramático» de la vida que le acompañó a lo largo de su carrera con expresiones desgarradoras y con personajes que ya aparecían en sus primeros esbozos de la infancia.

No es difícil observar las semejanzas de la obra de Barjola con la de otros artistas como Picasso con escenas de tauromaquia o figuras femeninas en prostíbulos que aparecen en los lienzos de ambos artistas.

E. Villanueva  / E.P. 

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