Pantalla /
Eduardo Villanueva
Hoy no hablo de cine, pero escribo sobre un tema que parece sacado de una película. De terror, concretamente, aunque con tintes de cine negro de la peor serie B. Porque seguir aguantando una monarquía en pleno siglo XXI pues resulta, cuanto menos, sacado de una cinta de ciencia-ficción. Pero no, es el año 2016, y es el año en el que hemos asistido a un traspiés de la ilustrísima Letizia Ortiz (de Felipito no esperábamos ninguna altura moral, después de lo de su padre).
A estas alturas ya todos conocemos los mensajes que doña Letizia se ha intercambiado con su compi de yoga (su compi-yogui), ese con el que ha hecho el saludo al sol, vaya usted a saber si cara al sol. Ese mismo que está imputado por el uso de las “tarjetas black” de Caja Madrid, pero que nuestra reina de España dice “respetar y querer” pese al escándalo del espolio. Será quizá porque en Casa Real están muy acostumbrados al espolio, y ya se sabe que dos que duermen en un mismo colchón…
En cualquier caso, el desliz de Letizia ha sido silenciado por algunos medios de comunicación, e incluso se ha producido un apagón informativo en muchas pantallas españolas, donde –ya se sabe—la libertad de expresión reina en un país democrático que vota a sus gobernantes, pero no a su Jefe de Estado. Esquizofrenía democrática, vaya.
Eldiario.es ha publicado en exclusiva un intercambio de mensajes entre los Reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, con López Madrid, uno de los imputados por el uso de las “tarjetas black” de Caja Madrid. Mensajes de apoyo de la realeza, al estilo “Luis, sé fuerte”, que no han encontrado eco en el Telediario que pagamos todos, ni en los informativos de ‘Telecirco’, ni en Cuatro (por lo menos, al cierre de esta edición).
El desinformativo de Antena 3 dedicó más tiempo a hablar de CR, que del compi-yogui de doña Letizia. Supongo que el debate de laSexta o algún otro programa informativo de la cadena esa del rojerío lo tratará, al menos por decencia informativa hacia la opinión pública.
La reacción de Letizia hacia La Otra Crónica (LOC) de el diario El Mundo, a la que describe como “mierda” en uno de sus mensajes, es realmente lo de menos. Ella puede criticar a quien le dé la gana, pese a que se gasta una falsa apariencia de preocupación por los medios de comunicación que la alumbraron y por otras causas de buena samaritana.
En cualquier caso, me siento bastante afortunado de poder verter estas palabras en esta columna, que sale en un semanario gratuito, que justo ahora cumple 10 años. Me pagan lo justito, la verdad, pero puedo gozar de cierta libertad que se agradece. Lo mismo Letizia, que cobra mucho (del erario público) no se siente tan libre como esperaba, y solo a través de whatsapp deja entrever su auténtica personalidad. Con ella no sabemos si llegó el escándalo, pero –probablemente—sí el fin de la monarquía en España.
