Ermita de San Bartolomé del Pizarral en Valdesalor (Cáceres) - HISPANIA NOSTRA

La ermita visigótica de San Bartolomé del Pizarral, ubicada en una finca al suroeste de Valdesalor (Cáceres), ha entrado en la lista roja que elabora la asociación Hispania Nostra. Cabe recordar que esta organización recoge más de mil monumentos españoles en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.

La citada ermita «se encuentra abandonada en una finca privada y desprotegida, y no goza de ningún grado de protección legal». Se trata de un edificio visigótico levantado en el siglo VII, localizado en las inmediaciones de varios poblamientos de carácter rural, un hecho muy común tras la caída del Imperio Romano.

Hay que destacar que se encuentra cerca de importantes vías de comunicación o de otras edificaciones similares, como la ermita de Santa Olalla, levantada en la misma época.

 
 
 
 
 
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No obstante, el templo está mal estado de conservación y solamente se mantiene en pie su ábside. Su única nave desapareció, y solo permanecen en el lugar los sillares que debieron formar la parte baja de los muros, así como los restos de la mampostería que los completarían.

La ermita de San Bartolomé del Pizarral, del heredamiento homónimo ‘El Pizarral’, tenía una cofradía propia y una partición de tierras establecida. Además, tenía asignada una cantidad de dinero anual que permitiría cubrir los gastos derivados del culto y su mantenimiento.

A principios del siglo XVII se produjo un intento de fusionar las cofradías existentes en la ciudad y sus alrededores. Así, esta construcción pasó a manos de la Cofradía de San Bartolomé de los Zapateros, un hecho que parece que fue el comienzo de su abandono, informa la asociación Hispania Nostra en nota de prensa.

Edificada con sillares de granito y completada puntualmente con mampostería de piedra de la zona, está perfectamente orientada en el eje este-oeste. Solo se conserva en pie el ábside, ya que su única nave desapareció. De esta ermita destaca también un gran arco de medio punto con dovelas de granito, y el interior se resuelve con una bóveda de medio cañón.

Finalmente, el exterior de la cabecera del templo es rectangular y destacan en ella tres pequeños vanos que permitirían la entrada de la luz al interior.

FuenteEuropa Press/Avuelapluma
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