Minimalismos
Vicente Rodríguez Lázaro

Sentada en el sofá del tiempo, la plasmación de la belleza contempla segura y serena al testigo que admira sus perfiles de diosa ancestral y delicada.

Con su mano extendida hacia el azar del espacio inexplorado reflexiona en su reposo acerca de su entidad de modelo a imitar. Serenidad en su rostro, suficiencia en su pose, sensualidad en el cuerpo, seducción en la mirada oculta bajo el cristal de unas gafas ilusorias que atenúan la sugerencia de su atractivo intenso.

La belleza se muestra con templanza equilibrada recreando la visión, la actitud admirativa del testigo ocasional enfrentado a una imagen de excelsas expresiones.

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