Ya supongo que estás acostumbrado a recibir premios, pero… ¿aún te sigue haciendo ilusión?
Tengo ilusión por cada cosa positiva que ocurre en mi carrera. Con los premios, con los encuentros, con una actriz o un actor que no conocía y de repente conozco. Soy muy feliz dedicándome al cine y al teatro. Además, es un oficio tan sumamente duro, que recibir un premio te da fuerzas para seguir con más alegría y tesón. El Premio Avuelapluma fue una sorpresa y una alegría tan grande que me puse a saltar por la calle. Me pilló de camino a una proyección en Montpellier: casi me caigo al suelo de la emoción. Es un premio muy importante para mí.

Que te premien en tu tierra ¿sienta mejor?
Muchísimo mejor. ¡Es el primer premio de cine que me dan en Extremadura! Y menudo premio. Me va a dar mucha fuerza para preparar mi primer largometraje. En ello estoy.

¿Echas de menos Extremadura o tienes sentimientos encontrados? Es decir, ¿podrías pensar que si te hubieras quedado aquí no te hubiera sido posible triunfar de la manera que lo has hecho?
Extremadura vive con tanta fuerza dentro de mí, que es como si la llevara conmigo todo el tiempo por muy lejos que viaje. Además tengo muy buena relación con muchísima gente en mi tierra y ese amor hace que no la sienta nunca lejos. Y cuando me da la morriña, vengo unos días y ya está.

Cuando alguien te pregunta por tus orígenes, por tu tierra, ¿qué le cuentas? Tú que vives fuera, ¿qué visión tienen de la región en Europa?
Extremadura ha sido una región muy olvidada durante mucho tiempo para mucha gente. Pero la gente que viene y conoce Extremadura… ya no la olvida jamás y para bien. Para mí es un lugar mágico asociado a mis recuerdos de la infancia y adolescencia. Cuando se la dibujo así a la gente, todos quieren enseguida venir a conocerla. Con las proyecciones de mi mediometraje ‘El Mundo Entero’ en países muy lejanos, me ha pasado mucho: me preguntaba el público donde ocurría la acción para venir a visitarlo. ¡Hasta en Cleveland!

¿Cuándo supiste que querías hacer cine?
Desde chiquinino me pasaba las horas muertas viendo películas en VHS con un video que mi madre compró obligada, tras yo ganar un concurso en la radio donde me regalaron un bono para alquilar 10 películas en un famoso videoclub. Tenía 7 años.

«Para dos días que vamos a vivir, hay que ponerse el mundo por montera”

¿Cuál es tu fuente de inspiración?
Mi fuente de inspiración son los recuerdos de mi infancia, las imágenes de una Extremadura de cuento, filtrada por mi memoria y mi visión artística, y esas mujeres y hombres fuertes pero profundamente tiernos y honrados que se han quedado grabadas en mí para siempre. De entre ellos, el barrio pacense de San Roque donde nací y sus gentes están en primera línea de inspiración.

¿Cuéntanos, para aquellos que no hayan podido ver aún tu corto, cómo le animarías a ver ‘El Mundo Entero’?
‘El Mundo Entero’ es un gran homenaje a todos aquellos que se han ido, pero que siguen en nuestras vidas guiándonos. Es una comedia emocional, donde el público se ríe mucho con ‘La Chary’ pero también deja un poso emocional, transformador. Es un canto de esperanza, donde creer en que un mundo mejor es posible.

He leído que se ensalza la figura de tu madre, ¿crees que esta figura es clave en la actual sociedad? ¿Puede una relación madre e hijo cambiar el mundo?
En el mediometraje mi madre me hace un encargo que a ella se le ha quedado pendiente por su muerte prematura. En el desarrollo de esa relación se tocan temas profundamente transformadores para la sociedad. Si La Chary puede cambiar las cosas después de muerta, nosotros que estamos vivos… aunque no lo creamos, también podemos.

¿Cómo surgió ‘El Mundo Entero’? ¿Y tu amistad con Loles León? ¿Pensaste en ella para el personaje desde el principio?
Conozco a Loles desde el 2004 cuando rodamos mi primer cortometraje ‘Implicación’. Loles comparte con ‘La Chary’ muchísimas cosas, pues son mujeres de la misma generación y una esencia muy similar. En ‘El Mundo Entero’ le escribí el papel para ella, porque no existe nadie como ella que pueda interpretar a ‘La Chary’. Fui a su casa con el guión, lo leímos juntos y nos hartamos de llorar. ¡Espabílate que la quiero rodar ya!, me dijo.

¿En qué andas metido ahora? ¿Cómo es eso de que has estado encerrado en Francia?
Acabo de terminar el guión de lo que será mi primer largometraje, donde ‘La Chary’ volverá a ser protagonista. Estoy muy ilusionado con este proyecto. Es un gran canto a la vida: un monumento cinematográfico a la madre soltera, a la mujer extremeña, luchadora y sacrificada y a la hermosa tierra de Extremadura.

¿Por qué Francia? También has estudiado y vivido allí, ¿cómo son los franceses?
Viví siete años en Francia, donde me formé en la que yo consideraba y considero la mejor escuela de guionistas de Europa. Me encerré tres meses en una casa en la campiña francesa, que me dejó un muy buen amigo, ayudante del mítico Patrice Chereau. Me pareció un lugar privilegiado para enfrentarme con mis recuerdos cara a cara y terminar el guión del largometraje. La distancia aclara la emoción y yo necesitaba que todo lo que ocurre en el guión fuera verdad.

¿Cuáles son tus proyectos futuros ?¿Veremos alguna peli tuya en poco tiempo?
Espero que podáis verla muy pronto. Yo quiero rodarla… ¡ya! Y hago un llamamiento a todas y todos aquellos que quieran hacer cine por amor. Mandadme un e-mail, por favor, si queréis trabajar en ella. Mi nueva película necesita todo el talento extremeño que sea posible reunir.

Me has dicho que tú vives del teatro, y ¿se puede vivir bien del teatro?¿Qué obras de teatro has representado?
Desde hace 10 años escribo obras de teatro y adaptaciones teatrales que se representan en muchos países del mundo, sobre todo en los de habla hispana. Algunas de las más populares son ‘Toc Toc’, que lleva en cartel en Madrid 9 años. También he adaptado ‘Locos por el té’, protagonizada por María Luisa Merlo o ‘El Contador del amor’ con Ana obregón. Mi comedia ‘El Gran Día de la Madre’ se acaba de estrenar en el Aurora Theater de USA. Ojalá algún día pueda montar yo mismo una de mis funciones en Extremadura con actrices y actores extremeños. Ganas no me faltan.

Desbordas ganas y entusiasmo y eso que he hablado poco contigo, ¿de dónde sacas esa actitud tan sumamente positiva?
Como diría La Chary: “Pa’ dos días que vamos a vivir, hay que ponerse el mundo por montera”… y pensar que todo va a salir bien. Cuando venga lo malo, ya veremos como lo arreglamos. De eso habla casi todo lo que escribo. De cómo transformar el dolor en color. De esa magia. Para mí, la alegría, es el bien más preciado.

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