Reflexiones de un tenor
Alonso Torres

Inaru es un conjunto de música folclórica venezolana (Venezuela, ese extenso y hermoso país que albergó el Estado de Lara, tan querido por los españoles; “¡nos vamos a comer a los leones!”, gritaban los patriotas venezolanos cuando se enfrentaban a los españoles, porque para ellos, para los que buscaban la independencia comandados por el Gran Bolívar, los españoles éramos leones. Ahí queda eso), digo, que Inaru es un maravilloso grupo folclórico venezolano y mientras escribo esto los escucho (cuarteto de cuerda: guitarrón, guitarra, cuatro venezolano y requinto, más preciosa voz femenina). Tienen algunas canciones un poco cabroncillas, <<alumbro más que una vela y corro más que un caballo, y si me sueltan la cuerda, vuelo más que un papagayo>>, cuando todos sabemos que las velas alumbran poco, que es imposible correr más que un caballo, y que los papagayos vuelan cortito, de rama en rama.

En cierta ocasión hice de guía para una pareja venezolana por la Parte Antigua

En cierta ocasión hice de guía para una pareja venezolana por la Parte Antigua de nuestra ciudad; los paseé por las piedras, les expliqué todo lo que sabía y sé (que a mí la historia me entretiene mucho, me divierten las historias de reyes contra reyes, y de gilipollash contra gilipollash), y también les hablé de arte, que nuestra Monumental Zona atesora barbaridades de él. Como pago al periplo, me pagaron con un colgante hecho de piedra obsidiana engastada en oro (cada vez que hay luna llena lo saco a pasear).

Y ahora, la reflexión: la democracia que pretende y pregona el opositor Guaidó viene avalada por dos instituciones que son un dechado de virtudes, en donde destacan por encima de todas, dos: la libertad y la democracia, ¿y cuáles son esas instituciones tan impolutas?, la CIA y los militares. Maduro es un impresentable que decía que veía a Chávez una vez muerto éste (no se asusten en demasía, que aquí, cuando murió Franco, a su adlátere Arias Navarro también se le presentaba el finado en visiones, y hasta hablaba con él). Maduro es un revolucionario/populista teórico que estaría en el punto de mira (del kaláshnikov) del padre Paltrinam; y al colega que se ha presentado como “libertador” de Venezuela nadie le ha votado para el cargo, y además, va de la mano de los servicios de “inteligencia” norteamericanos y de los milikos (pintados pa la guerra). Habría que releer “Tirano Banderas”, de don Ramón María del Valle-Inclán, pues todos los hijoeputas se parecen, pero mientras sigo con Inaru, que ahora se han puesto serios, <<tú me miraste y me convertí en suspiro, y en un solo instante, tu corazón y el mío, borraron huellas de antiguos amoríos>>.

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