Manos de Maltravieso
José A. Caso - Avuelapluma

Los arqueólogos de la Junta de Extremadura están estudiando si las manos pintadas por el hombre de Neardental hace más de 60.000 años en las paredes de la Cueva de Maltravieso de Cáceres eran señales para transitar por la cavidad, ya que la ubicación donde están parece indicar que eran signos que se dejaban para marcar el sentido de la circulación.

De hecho, al entrar en la cueva las manos que aparecen en el lado derecho están colocadas de forma horizontal con los dedos en dirección al interior, mientras que las que se han encontrado en las paredes del lado izquierdo lo están con los dedos de la mano apuntando hacia el hueco de salida. Además, cuando aparece alguna oquedad peligrosa la situación de las pinturas de las manos es en vertical, como alertando del peligro de caída en esa zona o de alguna bifurcación de la galerías.

Otro de los razonamientos hechos por los expertos respecto a que en los dibujos de las manos no aparece el dedo meñique apunta a que lo escondían a la hora de realizar la pintura como un símbolo de la tribu que entraba en esta cueva, a modo de seña de identidad.

Así lo ha indicado el jefe del servicio de Arqueología de la Junta de Extremadura, Hipólito Collado, en una visita realizada a la cueva por un grupo de periodistas, antes de que se vuelva a abrir al público el próximo viernes, 28 de octubre, para un aforo de cinco personas y una vez a la semana durante seis meses.

Un proyecto piloto

Se trata de un proyecto piloto para ver cómo afecta la presencia humana a las pinturas, consideradas por muchos expertos como el nacimiento del arte rupestre. Hasta el momento, más de mil personas han solicitado entrar en la cueva y el sistema para solicitar la visita se ha colapsado por lo que la Junta de Extremadura baraja comenzar de nuevo cuando el sistema informático se estabilice.

La cueva, descubierta en 1951, está cerrada al público desde hace más de 27 años y en 2008 se paralizaron las excavaciones que estaba realizando el Equipo de Primeros Pobladores de Extremadura (EPPEx) para encontrar restos antropológicos.

El objetivo de dar por terminadas las excavaciones en el interior de la cueva era preservar las pinturas, algunas muy dañadas, que se realizaron con una técnica que consistía en colocar la mano sobre la pared y espolvorear un pigmento desde la boca, por lo que también se han tomado muestras por si pudiera conservar el ADN de algunos de los autores de las pinturas para conocer algún dato más.

Además de las manos en negativo, en las que se aprecia la silueta, también hay otras realizadas en positivo que consistía en mancharse las manos e impregnarla en la pared. Algunas también registran la técnica mixta y el dibujo aparece en positivo y negativo realizado con un pigmento de óxido de hierro para el rojo o carbón para el negro, entre otros.

La visita recorre unos 90 metros lineales a lo largo de los cuales se atraviesan varias salas con distintas muestras de arte rupestre en las que se pueden apreciar las famosas manos, pero también dibujos geométricos, principalmente puntos, realizados con un pigmento negro que podría ser un código de comunicación, así como la grupa y la cola de lo que parece un caballo, o triángulos grabados en la piedra e incluso la cabeza de una pequeña cabra con dos cuernos bien visibles.

El primer museo del mundo

«Se trata del arte rupestre más antiguo de Europa hecho por los neardentales», asegura Collado en su explicación durante una visita en la que incide en la necesidad de preservar estas pinturas porque son «únicas en el mundo». «Podría considerarse el primer museo del mundo», apunta una de las personas que está realizando la visita bajo un equipo de protección que agudiza la sensación de humedad, la cual puede alcanzar hasta el 95% en las salas más internas de la cueva.

«Esto podría ser el primer cuadro», responde el arqueólogo ante una composición de manos, puntos y triángulos que emergen en el lateral de una de las salas que componen la cavidad, en la que se han registrado unas 60 manos, aunque la mayoría no se puede contemplar en su integridad.

El trazado para avanzar en la cueva es muy estrecho y en algunos tramos hay que andar agachado para evitar golpes en la cabeza protegida por un casco con una luz frontal que ayuda a orientarse por la cavidad. En diversos lugares estratégicos se han colocado equipos para registrar la temperatura, la presión atmosférica o el nivel de CO2. Cada mes se recogen los datos y se analizan por parte del equipo de arqueólogos de la Junta de Extremadura para ver cómo afectan a las pinturas.

Necesidad de cuidar la cueva

Aunque hasta que no termine el proyecto piloto no se podrán sacar conclusiones definitivas, todo parece indicar que el mero hecho de la presencia humana deteriora los pigmentos y la propia base caliza donde están realizadas las pinturas, muy sensibles a microorganismos que pueden proliferar con un cambio en las condiciones del interior, lo que provocaría el desprendimiento de la roca y, por tanto, la desaparición de las pinturas.

Por eso, para preservar lo que podría ser el «primer museo del mundo» el Ayuntamiento de Cáceres va a construir en la explanada frente a la entrada de la cueva una réplica a escala real y en la que se representarán las mismas condiciones de humedad y temperatura del interior, para aproximar al visitante lo máximo posible a la experiencia de visitar la cuna del arte rupestre hecho por el hombre Neardental.

FuenteAvuelapluma/Europa Press
Artículo anteriorLas letras azules de Cáceres ya están instaladas
Artículo siguienteEmérita Lvdica es declarada Fiesta de Interés Turístico Regional

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí