Víctor M. Jiménez. Pastelero.

El último diente de leche
Víctor M. Jiménez

El pastelero del crepúsculo caza ángeles extraviados para arrancarles mechones y cocerlos con azúcar.

Su especialidad es el dulce de hojaldre aderezado con tatuajes de anhelos, vueltas de hojas y tuercas de relojes.

En la calle se extiende, como una masa aplastada por el rodillo implacable, el aroma delicioso del obrador.

Es fácil caer en las tentaciones cuando se adornan de crema, chocolate, cerezas confitadas y señales de prohibido el paso.

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