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Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Alcalá de Henares, Jesús Ángel Olivares es médico especialista en Urología. Su primer destino fue el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, y en la actualidad desarrolla su especialidad en Cáceres, donde es miembro del servicio de Urología del Hospital San Pedro de Alcántara y del Hospital Quiron Salud Cáceres.

¿Siempre quiso ser médico?
La verdad es que no. Cuando era pequeño me inclinaba más por las ingenierías y las carreras económicas. Probablemente fue la influencia de mi familia la que me llevó a esta elección, pues aunque no hay médicos, sí hay un gran respeto y admiración por esta profesión.

¿Por qué eligió la Urología?
Buena pregunta. De entrada creo que pocos se ven atraídos por esta especialidad, pero yo, ya durante la carrera estudiando esta especialidad, y luego en el periodo de prácticas, tuve claro que quería dedicarme a ello.

¿En qué ha cambiado esta especialidad desde sus inicios?
En todo. Actualmente el arsenal terapéutico es mayor y más selectivo, las pruebas diagnósticas están más desarrolladas, y las técnicas quirúrgicas se han ido centrando en obtener los mejores resultados, pero con la menor invasión y secuelas.

¿Y hacia dónde deben ir los avances en ella?
En nuestra especialidad están muy claros los objetivos. Queremos conseguir, tanto con tratamientos médicos como quirúrgicos, los resultados más satisfactorios para los pacientes pagando el peaje más bajo en lo referente a efectos adversos, tanto en patologías benignas como en enfermedades oncológicas.

¿Cuáles son los principales campos de trabajo de un urólogo?
Nuestro campo de trabajo es muy amplio. Incluye desde la patología benigna, como hiperplasia benigna de próstata, disfunción eréctil, trastornos eyaculatorios, infecciones del aparato urinario, dolores perineales crónicos, litiasis, urología funcional…, hasta el complejo mundo de las patologías tumorales.

¿Qué es lo que más le gusta, o lo que más le llena de su trabajo?
La posibilidad de ofrecer tratamientos que suponen un incremento en la calidad de vida de los pacientes. Conseguir que pacientes que no pueden orinar correctamente mejoren, que no tengan incontinencia o tratar una disfunción eréctil, son situaciones muy gratificantes cuando se solucionan.

Para los hombres es casi tabú hablar del cuidado y la vigilancia de su salud íntima…
Creo que eso está cambiando. Cada vez son más los hombres conscientes de que tenemos que cuidarnos y realizarnos revisiones periódicas. Un tema que antes era bastante tabú, ahora se está normalizando y nos preocupamos más por nosotros.

Y a los que aún no lo hacen y les cuesta ir al urólogo, ¿qué les diría?
Es muy simple. Cuidar tanto nuestra vida sexual como funcional desde el punto de vista urinario es primordial. Uno, porque conseguiremos mayor calidad de vida en el futuro y retrasaremos la aparición de patologías; y dos, porque si aparece un problema, cuanto antes lo tratemos mejor serán los resultados.

¿Cuáles son los riesgos para el hombre que no cuida su salud íntima?
En el cuerpo humano todo está interconectado, la mente, el cuerpo, la felicidad, el sentirnos bien…, y si alguno falla repercute en los demás. Tener problemas de erección, eyaculación o miccionales puede afectar psicológicamente, a la vida en pareja, al descanso nocturno, a nuestra estima personal…

¿El cáncer de próstata es equiparable al de mama?
Hay que tomar con mucho cuidado este tema. Es cierto que el cáncer de próstata es el cáncer no cutáneo más común en varones, con una incidencia aproximada de 160 casos por 100.000 habitantes y un riesgo de padecer en algún momento esta patología del 16%; pero también lo es que su detección precoz conlleva tasas altísimas de curación y supervivencia.

La Urología va unida a la Sexología, ¿no?
Íntimamente. Los mecanismos que influyen en este apartado, orgánicos, neurológicos y psicológicos, están muy unidos y deben funcionar correctamente. Nosotros vigilamos para que esa maquinaria esté correctamente engrasada.

¿Son la eyaculación precoz y la disfunción eréctil los únicos motivos de consulta?
La disfunción eréctil y la eyaculación precoz son generalmente la punta del iceberg que se oculta a la visión. Múltiples afecciones subyacentes, orgánicas y/o psicológicas pueden estar ocultas y ser esa la forma de hacerse visibles.

¿Cuáles suelen ser las causas de estas afecciones?
Desde metabólicas, como obesidad, diabetes, hipertensión, dislipemia…, a hábitos tóxicos, como el tabaco o el alcohol; efectos secundarios de medicamentos o cirugías; síntomas de otras enfermedades que pueda tener el paciente, como trastornos hematológicos, renales o hepáticos; sin olvidar nunca el poder de la mente.

¿Y sus tratamientos?
Actualmente existen varias alternativas disponibles, como fármacos orales, tópicos o intrapeneanos; mecanismos facilitadores de la erección; e incluso prótesis para los casos más complejos.

Y ¿hacia dónde deben ir los avances en esta especialidad?
La tendencia es intentar conseguir ser lo menos invasivos, es decir, que tras un tratamiento estemos lo más cerca posible de la normalidad, algo que dicho así suena fácil, pero no lo es. Y para ello, actualmente se está desarrollando tecnología más eficaz en el diagnóstico y en el tratamiento, y fármacos cada vez más selectivos.

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