Coria ha organizado el I Festival La Chaquetía 2022 con motivo del Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, con el objetivo de preservar esta tradición en declive en los últimos años en detrimento de otras como Halloween.
El alcalde de Coria, José Manuel García Ballestero, ha señalado que esta festividad, que consiste en salir al campo a asar castañas y a comerlas con familiares y amigos, forma parte de las tradiciones y de la historia de la localidad.
Una tradición, ha reconocido que en los últimos años «se está perdiendo y está decayendo en detrimento de otras festividades que nada tienen que ver ni con nuestra historia ni con nuestras tradiciones ni con nuestra cultura». Por ello, se ha organizado una serie de actividades para intentar que no decaiga y potenciarla.
El programa de actividades comenzará el día 31 de octubre a las 17:15h con una visita teatralizada, con salida desde la plaza de San Pedro. Habrá dos pases de la Narración del Cuento de la Castañera, en la plazuela de San Juan, que voluntariamente realiza Rocío Roso, vecina de intramuros.
Además, se asarán castañas en varias plazas del casco antiguo de Coria. Los cucuruchos se venderán a 1 euro, cuyos beneficios irán destinados a AXPAY, el colectivo con personas con discapacidad. También se asarán castañas en Rincón del Obispo el mismo día 31 y el día 1 de noviembre en Puebla de Argeme, ambos a partir de las 17:00h.
La concejal de Turismo, Almudena Domingo, ha explicado que este festival nace de la necesidad de preservar las tradiciones, la historia de La Chaquetía o Chiquitía, fecha en la que, según cuenta la tradición, la gente se acercaba a los cementerios a rezar a sus muertos, tras un día de recogida de frutos de temporada, higos pasos, nueces, bellotas, granadas, castañas… llegaban al campo santo y no se permitía acceder dentro con comida. Al salir, los vecinos se quedaban charlando y disfrutando de esos frutos.
Con el paso del tiempo, esa merienda se celebraba en el campo, el 1 o 2 de noviembre; y en muchos pueblos de Extremadura, los niños van de casa en casa cantando. Con diversas variantes a lo largo de la geografía extremeña, para pedir de las castañas y demás productos que más tarde utilizarán en dicha merienda.