¿Por qué es necesario fomentar la participación infantil, y más en una comunidad como Extremadura?
Por suerte ahora tenemos un mandato legal a través de la Ley Orgánica de Protección de la Infancia, que nos obliga a dar visibilidad, a proteger y a prevenir a la infancia. Históricamente, hemos diseñado muchas políticas en materia de infancia pero en la que, paradójicamente, no se le daba voz porque no participaba. Yo creo que cuando hablamos de la infancia, la infancia debe estar presente.
Los chicos y chicas tienen mucho que decir sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sobre cómo quieren que sean sus vidas. En una comunidad autónoma como Extremadura, en la que no había un Consejo de Participación Infantil más allá de los consejos locales, resulta fundamental dar visibilidad, voz y voto y presencia a la infancia, y más con una población tan dispersa como Extremadura.
Por tanto, ¿qué supone la creación de un Consejo Estatal de Participación de la Infancia?
Pues es un reconocimiento a un movimiento previo y que le da un carácter de autoridad y una importancia tremenda de todo el Estado. Además, supone un impulso para que las comunidades autónomas demos recorrido a lo que UNICEF
impulsó con la creación de las Ciudades Amigas de la Infancia y los Consejos de Participación Local. La cuestión es crear un ente normativo que le dé uniformidad, un puntal importante para decirnos por dónde tenemos que ir y qué es lo más conveniente para darle forma.
¿Cómo se trabaja desde Extremadura con este nuevo organismo?
Extremadura ha creado su propio Órgano de Participación Infantil. El decreto ya tiene el visto bueno del Observatorio de la Infancia y de las Familias de Extremadura y supone un órgano de participación con muchas competencias, formado por personas menores de edad, pero que tiene el mismo peso que cualquier órgano consultor o de participación de otros sectores.
“El Órgano de Participación Infantil es muy heterogéneo y aporta muchos puntos de vista”
Por su constitución, además, estarán muy bien representados todos los ámbitos de la infancia. Así, participan representantes de los consejos locales de participación infantil de cada ayuntamiento que ya tienen el reconocimiento de sede de UNICEF como CAI. Además, tenemos a chicos y chicas del sistema de protección y chicos y chicas que pertenecen a las entidades del Observatorio de la Infancia y la Familia en Extremadura. Es un órgano muy heterogéneo y es positivo porque aporta muchos puntos de vista.
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Para terminar, como siempre se puede mejorar, me gustaría saber cómo se trabaja para fomentar y proteger los derechos de la infancia
Estamos en un momento muy proactivo. La Ley de Protección de la Infancia frente a la Violencia (LOPIVI) nos ha dado un marco que nos obliga a ponernos las pilas en este sentido. Por eso, hay un montón de procedimientos para la protección de la infancia como investigaciones, formación a los trabajadores y profesionales que tienen algún tipo de trato con la infancia. Hay todo un trabajo que tenemos que desarrollar, que en Extremadura ya comienza a dar sus primeros pasos y que tienen que ver con la visibilización y la protección de los derechos de la infancia.
De hecho, estamos creando unos premios de investigación para conocer la situación real de la violencia, el acoso o las necesidades de los menores.
