Talleres de caligrafía antigua y un mercado renacentista ilustran la Ruta del Emperador.
¿Cómo pudo el monarca Carlos V ir a morirse al culo del mundo? Se pregunta en un vídeo de YouTube Víctor Cucurull, del Secretariat Nacional de la ANC, en el que imparte una conferencia sobre la «Historia robada de Cataluña». Un vídeo que ya tiene casi dos años y que se viraliza de vez en cuando, porque no tiene desperdicio.
Parece un monólogo de El Club de la Comedia, pero no, el tío lo dice en serio: su planteamiento se basa en negar que Carlos V se retirara a Yuste, asegurando que «era el amo del mundo. ¿Y cómo se le puede ocurrir ir al culo del mundo a morirse de aburrimiento?». Según Cucurull, el emperador se retiró, claramente, pero no a Extremadura, sino al monasterio catalán de Sant Jeroni de la Murtra, entre Badalona y Santa Coloma. De traca, vamos.
Menos mal que cada año se celebra la Ruta del Emperador que ensalza la intrahistoria de la comarca de La Vera, que se mantiene firmemente ligada al nombre de Carlos V desde el siglo XVI.
Una oportunidad magnífica para redescubrir La Vera, a través de una jornada en la que veratos, extremeños y forasteros se mezclan en esta Fiesta de Interés Turístico Regional, en la que se puede disfrutar del enclave natural, de un mercado renacentista, y talleres de percusión, entre otros alicientes.
XVII ruta
Así, la XVII Ruta del Emperador Carlos V de Jarandilla de La Vera al Monasterio de Yuste se celebra el sábado 13 de febrero y al día siguiente tendrá lugar la XIII Marcha Ecuestre del Emperador por el mismo recorrido.
Será un recorrido de 10 kilómetros, espectacular para aquellos que todavía no lo conozcan, con el imponente paisaje de Gredos como telón de fondo. La salida de ambas rutas, a pie y a caballo, tendrán lugar en el parador de Jarandilla, ambas a las 10.00 horas. Allí comenzarán los actos con teatro de calle y la llegada a Yuste se programa sobre las 14.00 horas.
Para participar en esta ruta no es necesaria inscripción previa, y a tu llegada a Yuste podrás recibir el pasaporte carolino que acredita el recorrido regio.
Para conseguir el pasaporte sí que tendrás que desembolsar 3 euros, pero a cambio entrarás en el sorteo de un viaje a Gante para dos personas. Además de obtener el habitual avituallamiento que se ofrece en las rutas senderistas, también te agasajarán con chocolate, migas y degustaciones productos típicos de La Vera.
La organización pone a disposición de las personas que lo requieran autobuses gratuitos (de 8.00 a 10.00 horas y de 13.30 a 19.00 horas) con el recorrido Cuacos de Yuste-Aldeanueva-Jarandilla y vuelta.
Mercado renacentista
Previo a la ruta, el viernes 12, se inaugurará el mercado renacentista en la plaza de San Antón de Aldeanueva de la Vera; abierto durante todo el fin de semana y amenizado por el grupo folclórico Los Nogales.
En cuanto a los talleres, habrá dos: uno de caligrafía antigua para adultos en el Parador de Jarandilla de la Vera, el sábado a las 18.000 horas. Y otro infantil de ‘palos de lluvia’ en los jardines del parador, el domingo, a las 12.00 horas.
Fue un 18 de agosto de 1556, cuando Carlos V decidió abandonar definitivamente Bruselas, para retirarse al Real Monasterio de Yuste. En aquel momento, el monarca era poco menos que un despojo y ni siquiera podía sostener su pluma para escribir.
Aquejado de gota severa (a pesar de que, según cuentan, se hinchaba a comer carne sin medida) y de reuma, los médicos del emperador insistían en que éste cambiara su dieta, para que su salud mejorara. No lo hizo. Su salud empeoró y precipitó su abdicación a favor de su hijo Felipe II.
“Sus médicos le recomendaban que siguiese una dieta estricta, pero el emperador tenía un apetito voraz, sobre todo para la carne. También le gustaba beber grandes cantidades de vino y cerveza. De este modo, sus hábitos dietéticos no fueron nada beneficiosos para reducir sus ataques de gota”, según el artículo que se publicó en la revista médica ‘New England Journal of Medicine’.
Última morada
Siglos después, la comarca cacereña de La Vera rememorará con una ruta senderista el viaje que realizó el 3 de febrero de 1557 el emperador Carlos V, desde el Castillo de los Condes de Oropesa (ubicado en Jarandilla de la Vera) hasta el Real Monasterio de Yuste; lugar elegido por el monarca para fijar su última morada. El emperador llegó a Jarandilla de la Vera el 12 de noviembre de 1556 y se alojó en el castillo de los Condes de Oropesa (actual Parador Nacional) hasta que su palacio en Yuste estuvo acabado. Arribó a Yuste el 3 de febrero de 1557.
E. Villanueva /