Autovía Cáceres-Badajoz. Goyo Tovar.

Dudas de papel
Goyo Tovar

Yo entonces tenía muy reciente mi regreso desde la bella Bélgica a la hermosa España; fui allí cuando aún no éramos “europeos” y regresé siendo ya “comunitario”. Con estos extremos y circunstancias, durante seis años, supe exportar formas y fondos ibéricos a cambio de importar fondos y formas del Benelux. En este intercambio, la descripción del balance se reduce a que las exportaciones fueron más numerosas y fructuosas que las pretendidas importaciones. Este desequilibrio en la balanza de intercambios más se debe a la capacidad de asimilación de la sociedad belga por no achacar toda la culpa a la tradicional disposición española de rechazar aquello que sea foráneo. Eso que modernamente debería denominarse exofobia.

A principios de aquellos años noventa del siglo que ha pasado, yo era concejal de mi pueblo y caí en el mandato de participar en una reunión con otros numerosos concejales del norte de Extremadura, convocados en Plasencia, e invitados para recoger información de cómo se contemplaba la construcción de la Autovía que atravesaría, de norte a sur, nuestra olvidada región. Su clave técnica sigue siendo la “A-66”, diseñada para eliminar las curvas de Baños de Montemayor, puentear Tajo y Guadiana y terminar con la cuesta de la Media Fanega. Allí el cuerpo munícipe se alegraba de las primeras notas informativas de cómo sería el trozo extremeño de la autovía Gijón-Sevilla.

El cuerpo munícipe se alegraba de las primeras notas informativas de cómo sería el trozo extremeño de la autovía Gijón-Sevilla

También se nos indicó que podíamos hacer propuestas; y yo, transido por las razones de la inseguridad que da la oscuridad, quise añadir la condición de las autopistas belgas iluminadas por la noche. Dicen que allí, en Bélgica, se aprovecha así el exceso de producción eléctrica nocturna y que estaba comprobada la alta reducción de accidentes de circulación, además de la desaparición de la desgana a viajar por la noche. A estas ventajas, se sumaba la circunstancia científica que aseguraba que las condiciones de los cielos extremeños -y los de la isla canaria de la Gomera- eran los más idóneos para la producción de energía eléctrica a partir de la radiación solar.

Mi propuesta fue que por qué no se dotaba a la autovía de iluminación nocturna aprovechando tan generosa energía. Imaginarán las caras y expresiones de buena parte del auditorio. Dudo si debo proponer cosa igual para la Autovía Cáceres-Badajoz.

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