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El espacio revalida su título y consigue la ‘Green card’ de la Unesco.

El Geoparque Villuerca-Ibores-Jara ha conseguido su revalidación y, por tanto, la tan esperada ‘Green card’ (o tarjeta verde), un grado más en la distinción que la Unesco hace de los geoparques. La decisión se ha dado a conocer en Finlandia, donde se ha reunido la Red Mundial de Geoparques que debía tomar la decisión. Se ha valorado «muy positivamente» el trabajo realizado en los últimos cuatro años y los proyectos futuros previstos para el Geoparque Villuerca-Ibores-Jara, en palabras del director del Geoparque extremeño, José María Barrera, que ha viajado a Finlandia donde «ha habido un aplauso unánime al apoyo extraordinario tanto público como de empresas privadas al Geoparque». La presidenta de la Diputación de Cáceres, Rosario Cordero, como representante de la institución que ostenta la gestión del geoparque, ha manifestado su «enorme satisfacción» y ha mandado «una felicitación muy sincera» a todos los ciudadanos de la comarca, a todos los alcaldes y alcaldesas de los municipios, al director del Geoparque, al Grupo de Acción Local Aprodervi, a los empresarios, al Comité Científico y a todas las personas que han creído y trabajado por este proyecto, «que es fruto de su esfuerzo».

Reconocido desde 2011

Tras su reconocimiento en 2011 como Geoparque, por parte de la Red Mundial de Geoparques, auspiciada por la Unesco, y transcurrido el período de los cuatro primeros años, se hacía necesaria una nueva evaluación, que ahora se ha superado al valorar el trabajo realizado en estos cuatro años para el desarrollo sostenible de la zona y los planes que se han ido poniendo en marcha. Ahora, como ha anunciado el director del Geoparque, «se seguirá trabajando y, de forma inmediata, en los próximos días se convocará el Comité de Coordinación del Geoparque para establecer las líneas de trabajo a seguir». Muchos de los espacios que configuran el geoparque son también de interés cultural, con refugios o abrigos con pinturas rupestres esquemáticas, los castros vetones, los castillos árabes y las minas de Logrosán que nos hablan del pasado minero en la región. También es de enorme interés, la cueva cárstica de Castañar de Ibor, que fue declarada Monumento Natural debido, en parte, a sus formaciones estalactíticas de cristales de aragonito.

Un pueblo pegado a un monasterio

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Pero los geoparques valoran igualmente la cultura, la antropología, la arqueología y la historia del territorio en la misma medida que lo hace con el patrimonio geológico o natural.

En este sentido, Guadalupe destaca como uno de los pueblos extremeños con más encanto, ubicado en las inmediaciones del geoparque.

Un pueblo de Extremadura pegado a un monasterio… Solo por este impresionante edificio, que alberga a una virgen morenita, merece la pena visitar Guadalupe, que es Patrimonio de la Humanidad. Una de esas construcciones que dejan entrever el rico pasado histórico y cultural de la región extremeña.

El monasterio es un edificio único por ser una curiosa mezcla de estilos gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico. Su fachada mudéjar, según uno se adentra en la humilde plaza Mayor, supone un impacto visual de altura. Aquí, Cristóbal Colón se encomendó a la virgen (patrona de Extremadura y reina de la Hispanidad); y aquí Colón bautizó a dos indígenas del Nuevo Mundo en su histórica fuente de piedra.

El Geoparque en datos

2011 La zona se reconoció como geoparque en 2011 por la Red Mundial de Geoparques, auspiciada por la Unesco.

8 Primer y único geoparque extremeño, y uno de los ocho que existen en toda España.

19 Un territorio que comprende 19 municipios y que fue valorado entonces por su enorme riqueza geológica y por considerarlo ejemplo de turismo sostenible basado en la geoconservación.’

45 En la zona se han catalogado 45 lugares de especial interés geológico (geositios). Montañas, fallas, profundos valles fluviales, yacimientos paleontológicos o de minerales, plegamientos, etc. Especialmente notables son el «Risco de La Villuerca», el Sinclinal de Santa Lucía, la Portilla del Almonte, el desfiladero de Peña Amarilla y la Mina Costanaza.

8 Otro de los activos del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara es la riqueza de su patrimonio natural ilustrado por las siete Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) y los ocho lugares de importancia comunitaria reconocidos en la Directiva de Hábitats de la Unión Europea.

65.000 En 2014 recibió a más de 65.000 viajeros.

137 En estos momentos dispone de 137 empresas turísticas, entre alojamientos, restauración y otras empresas de actividades turísticas.

540 La historia del geoparque podría comenzar a narrarse, según los estudios, hace 540 millones de años, cuando esta comarca formaba parte de un mar primigenio que ha ido dejando huellas como grandes pliegues y fallas o formas erosivas y sedimentarias. Es esta riqueza la que hace única a la zona, además de restos de historia de la humanidad en los roquedos, pinturas rupestres, dólmenes, castros, etcétera.

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Parajes imprescindibles

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Uno de los paisajes imprescindibles de la provincia de Cáceres es el que configura la ermita del Humilladero.

Otra estampa peculiar de la provincia cacereña, cuyo color y luz cambia según se van desarrollando las estaciones. Donde Cervantes oró cuando vino a depositar sus cadenas de excautivo a los pies de la Virgen.

La ermita del Humilladero está situada en el cerro de las Altamiras, a unos 4 kilómetros de Guadalupe y constituye un excelente mirador de la zona de los Ibores. Construida en el siglo XV, se trata de un lugar mágico desde el que el peregrino avistaba por primera vez el imponente monasterio de Guadalupe.

Rodeada de naturaleza, y frente al Pico de Las Villuercas, la ermita de estilo mudéjar merece una visita por ser Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural.

E. Villanueva / Agencias

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