Natura 2000 pide proteger los restos y solicita que sea declarada Bien de Interés Cultural para frenar su deterioro.
La ermita de San Jorge ha perdido más de la mitad de sus frescos en los cinco últimos años, debido al hundimiento parcial de los mismos en una laguna artificial donde se encuentra abandonada, según la asociación Natura 2000, al comparar fotografías existentes cinco años atrás y las actuales, comprobando que el deterioro por la humedad constante y la falta de protección podría acabar con la totalidad de las pinturas antes de 2020.
Dicha premura ha llevado a la asociación a solicitar a la Consejería de Educación y Cultura, a través de su Dirección de Patrimonio, que se abra urgentemente un expediente de declaración de Bien de Interés Cultural, en base a la Ley 2/1999 de Patrimonio Histórico y Cultura de Extremadura, para la ermita de San Jorge, que se encuentra localizada a 12 kilómetros de Cáceres, medio hundida en una charca artificial.
Del mismo modo Natura 2000 ha pedido al Ayuntamiento de Cáceres, en cuyo término municipal se encuentra la ermita y a la Diputación que tomen cartas en el asunto para poner fin “al deterioro brutal que está sufriendo el monumento y realicen algún tipo de control” (secado de la laguna, vallado etc) para preservarla.
500 firmas
La asociación ha abierto una página de firmas en la web change.org (hacen falta 500 firmas para alcanzar el objetivo) con el fin de sumar apoyos a su iniciativa y presionar a la administración para que haga algo urgentemente, antes de que sea tarde y desaparezcan los frescos de la ermita.
“La ermita de San Jorge se halla en absoluto peligro de desaparición, sobre todo los magníficos frescos, que el agua está destruyendo de forma acelerada”. La traza de su cubierta, compuesta por cuatro grandes arcos de medio punto que arrancan de fuertes muros, fabricados los últimos con mampostería en su zona baja y ladrillo en la superior, levantados sobre la piedra natural que circunda el edificio y apresa el agua del estanque, son características originales de este monumento.
Sobre dichos arcos, grandes losas de granito hacen de techumbre del templo. De granito son también las losas que hacen de suelo del coro, sustentado por dos arcos escarzanos, únicos elementos que subsisten en el interior de la nave. Las líneas superiores que marcan los máximos niveles que ha alcanzado el agua en el interior del edificio rozarían el nivel de este coro, que al parecer siempre llegó a estar a salvo de las mismas. Una teoría que barajan los estudiosos y relacionada con la función de la ermita nos indica que a la misma, llena de agua, entraría el caballero montado sobre su corcel, y a la misma altura que el sacerdote, éste en el coro, sería bendecido por el hecho de haberse adentrado en las sagradas aguas.
BIC
Natura 2000 pide proteger los restos y solicita que sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y se frene su deterioro. Pide también que dicha declaración no sea sobre un monumento sino sobre un conjunto monumental, haciéndola extensiva a la cercana Torre de los Mogollones, “actualmente también en estado de completo abandono”.
Llamada antiguamente el Castillo de las Seguras de Abajo, la torre se incluye en un largo listado de castillos, casas fuertes y torreones que desde el siglo XIV y principalmente a lo largo del siglo XVI se edificaron en las cercanías de la por entonces villa por las mismas familias que en el centro urbano edificaban los palacios que hoy conforman el centro histórico. Un reflejo del poder que una nobleza medieval mantenía en el Estado Moderno, y que mostraban tanto dentro del municipio como en sus señoríos, entre los que destacan los del camino de Mérida, como los Castillos de las Arguijuelas (o Herguijuelas), las Cerveras, el Garabato o Santiago de Bencáliz, o la Quinta de la Enjarada y las Casas de las Seguras, en dirección a Badajoz.
Junto a la ermita de San Jorge y la torre de los Mogollones, Natura 2000 pretende que se incluya en la declaración de sitio histórico al cercano dolmen de La Hijadilla, monumento megalítico que podría corresponder a enterramientos colectivos y que incluye un valor patrimonial excepcional a la ruta de senderismo de Los Mogollones, desde la carretera de Badajoz a Malpartida de Cáceres; “significando así un atractivo turístico para los amantes de rutas de senderismo en la naturaleza sin grandes dificultades”.
Junto a la Torre de los Mogollones, que se erige en las llanuras que rodean la capital cacereña, se encuentra esta misteriosa construcción sumergida: la ermita de San Jorge. Sumergida porque se ubica sobre un estanque que en época de grandes lluvias la hunde, literalmente.
Un espacio que solo habla a través de sus piedras, puesto que se desconoce todo acerca del mismo: fecha de construcción, funcionamiento, abandono… Aunque podría datar del siglo XV. Su extraño diseño y que permanezca inundada durante largos periodos de tiempo confieren a este monumento, que incluye hasta pinturas al fresco, un halo de asombro. Según la lista roja, “su grave deterioro hace temer su hundimiento”.
Avuelapluma /