La banda catalana presenta en el Contempopránea ‘Sierra y Canadá’
La banda barcelonesa ‘Sidonie’ se presentará con su séptimo disco recién publicado, ‘Sierra y Canadá’, en el XIX Contempopránea, donde se subirá al escenario de la sede del festival en Badajoz el próximo 6 de junio.
‘Sidonie’ compartirá escenario el 6 de junio en Badajoz, dentro del XIX Festival Contempopránea, con ‘The Horrors’, ‘Maximo Park’, ‘Russian Red’, ‘Izal’, ‘The Third Twin Djs’ y ‘Burgim’.
‘Sidonie’ acaba de publicar ‘Sierra y Canadá’, séptimo disco de la banda barcelonesa, con el que ofrecen una nueva colección de canciones como siempre con intachables melodías pop, pero en esta ocasión empaquetadas en un sorprendente envoltorio electrónico. «Nos estimula constantemente no repetirnos y buscar fórmulas nuevas», resalta el baterista Axel Pi, en declaraciones a Europa Press.
«Se trata de buscar estrategias para ir a sitios distintos y desconocidos. Una forma de hacerlo era renunciar a nuestros instrumentos habituales, al tiempo que renunciábamos también a ensayar el disco previamente para no caer en los tics que como grupo podemos tener cuando nos reunimos en el local», prosigue Axel mientras sus compañeros Marc Ros (vocalista y guitarrista) y Jesús Senra (bajista) asienten.
Para Marc Ros, este es un «disco de pop con algo más que un coqueteo con la electrónica». Así, explica que en esta ocasión han «aparcado los instrumentos habituales para pasar a otra historia», de manera que Jesús ha tocado bajos secuenciados, Axel baterías electrónicas, y él mismo ha cambiado guitarras por teclados. «Y no hemos pasado por el local de ensayo para que así saliera algo nuevo», insiste Marc.
“Los momentos de pánico son muy estimulantes”
En esta línea, el vocalista añade que no querían «seguir el proceso habitual, para no viciar a las canciones». Por su parte, el baterista apostilla que querían «buscar formas para cambiar, evolucionar» y estimularse artísticamente». «Teníamos la necesidad de generar un estímulo para llegar a un sitio distinto, algo que estaba en nuestra cabeza pero no sabíamos cómo desarrollarlo», agrega Axel Pi.
El inicio de esta transformación se produjo cuando el trío visitó la tienda de un anticuario en Barcelona para comprar unas sillas. Sin tenerlo previsto, de allí salieron con un enorme órgano marca Lowrey que, como una premonición que les indicaba el camino, les obligó a rediseñar su local de ensayo para hacerle hueco.
Con este órgano —que en su momento usaron los Beatles (‘Lucy in the sky with diamonds’) y The Who (‘Baba O’Riley’), y partiendo de nombres como Kraftwerk, Brian Eno o Pet Shop Boys— la banda se embarcó en un viaje hacia la electrónica fundacional de Joe Meek, Jean Jacques Perrey o Silver Apples. «Es un repaso a la historia de la electrónica, en el que la frialdad de la tecnología se mezcla con la parte caliente de las melodías», resume Marc.
Sonido sintético
Más allá de lo estimulante de este proceso, Marc admite que tuvieron «momentos de terror en el estudio» al pensar que tal vez se estaban pasando con tanto sonido sintético, pero fueron capaces de reprimir el impulso de agarrar las guitarras. A este respecto, Axel asegura que «los momentos de pánico son muy estimulantes», mientras Jesús Senra coincide en que «el miedo es a veces una buena sensación».
Unas canciones que, además, nos cuentan la historia de amor asincrónico entre Sierra y Canadá, dos seres que se enamoraron a destiempo. Canadá, el protagonista masculino, es quien nos cuenta la historia y quien bautiza a la heroína. Escoge el nombre de Sierra porque a eso le supo su último beso: a frío metal dentado. Él se hace llamar Canadá, nombre de país eternamente a la sombra de ese otro país vecino de triunfadores.