Lunes de papel / Emilia Guijarro

Cuando la campaña electoral que se fragua en los medios de comunicación parecía que no iba a dar más de sí, porque algunos se habían empeñado en cantar las alabanzas de los partidos nuevos, sobre todo de Ciudadanos y en dar por amortizados a todos los partido que tienen muchos años de historia, ha saltado el bombazo. Y lo hace precisamente cuando todavía no se han apagado los ecos del día 7 de noviembre en que se celebró la manifestación más multitudinaria que se conoce contra la violencia de género. Miles de personas salimos a la calle contra el machismo, que en lo que va de año se ha cobrado ya la vida de cincuenta mujeres. Una cifra insoportable para un país al que el terrorismo machista todavía no lo considera un problema de estado. Y en medio de todo esto, Ciudadanos rompe el consenso con su propuesta de modificar la actual Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género y le ha estallado al partido de Albert Rivera en la cara sólo una semana después de empezar la campaña electoral, ya que no sólo PP, PSOE e IU rechazan eliminar la reforma del Código Penal que permite elevar las penas en los casos en los que el hombre sea el agresor y la mujer la víctima, sino que el Tribunal Constitucional en mayo de 2008 avaló esta reforma de la ley. Y es que el TC respaldó la constitucionalidad de que la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género reformara ciertos artículos del Código penal, por la que se aumentan las sanciones a lesiones, coacciones o amenazas, cuando sean cometidas por varones contra mujeres dentro de una relación de pareja. El desacuerdo y el enfado de los candidatos de los nueve partidos se hizo patente la noche del miércoles, en el debate organizado por TVE, cuando la candidata de Ciudadanos Marta Rivera para defender su propuesta afirmó que “es tan grave que un hijo vea cómo su padre mata a su madre que vea cómo su madre mata a su padre”, lo que provocó que los representantes del resto de partidos se le echaran encima por querer reformar una norma que se aprobó con el consenso de los partidos políticos. Es evidente que la formación de Rivera no solo ignora el padecimiento de muchas mujeres, sino a 750 mujeres muertas. Tendrán que rectificar, no les quedará más remedio.

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