Dr. Enríquez Acosta.
Miembro del Comité Extremadura de UNICEF
Una buena nutrición es la base para la supervivencia y salud de los individuos. Se logra con una buena alimentación y el aprovechamiento correcto del organismo de los nutrientes contenidos en los alimentos. La infancia representa una época especialmente vulnerable pues el aporte de nutrientes debe propiciar no solo la supervivencia sino también el crecimiento y desarrollo adecuados. En las primeras etapas de la vida la naturaleza nos proporciona la solución: la lactancia materna.
La lactancia materna es la forma natural de alimentar y nutrir a los recién nacidos y niños pequeños y también parece ser la ideal. La OMS, UNICEF, los Organismos Nacionales e Internacionales y todas las Sociedades Científicas están de acuerdo con ello y preconizan la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y complementada con otros alimentos hasta los 1-2 años de vida.
La lactancia materna es claramente más beneficiosa que la lactancia artificial por biberón, como prueban innumerables trabajos realizados. Está comprobado que los niños criados con lactancia materna sufren menos enfermedades, con menor frecuencia se harán obesos en infancia, juventud y vida adulta y darán mejores pruebas de capacidad mental y cognitiva en la etapa infantojuvenil.
“La lactancia materna es la forma natural de alimentar y nutrir a los recién nacidos”
En países en vías de desarrollo la lactancia materna juega un importante papel preventivo frente a infecciones gastrointestinales y diarreas, por el peligro que supone la falta de higiene y el riesgo de contaminación del agua para los biberones.
También hay beneficios para la madre que amamanta siendo su recuperación posparto más rápida y con menos riesgos futuros de padecer hipertensión, diabetes, osteoporosis o cáncer de ovario o mama.
Por otra parte no se debe olvidar la ventaja que supone para la economía familiar. En países en desarrollo el coste de la leche artificial puede llegar a suponer el 70% del salario medio de un trabajador.
Finalmente, la lactancia materna también proporciona importantes beneficios sociales (vidas, gastos sanitarios, fuerza laboral y profesional…). Durante el primer año de vida del lactante la reducción del 50% de las infecciones evitan ausencias laborales de las madres por enfermedad de los hijos.
Para finalizar, queremos señalar que según informes de UNICEF la lactancia materna salva al año la vida de más de seis millones de niños.