¿Por qué Mr. Kilombo?
Queríamos enseñar todo lo que sabíamos y el seudónimo viene de hace mucho. Es algo de autor. Yo soy cantautor, hago canciones y las canto para otras personas.
¿Tú compones para otras bandas?
Hacemos colaboraciones con otras bandas y por ejemplo, también tenemos un acuerdo para que ‘El niño de la hipoteca’ sea nuestro distribuidor digital.
Vuestra música es una miscelánea de estilos, pero ¿prefieres alguno en concreto?
En verdad preferimos la sencillez de la melodía y de las canciones. Somos muy de canciones y no tengo un estilo concreto, voy jugando con las palabras. Ni soy de Jamaica ni hago reggae, sino que voy cogiendo pinceladas de lo que me gusta, de lo que escucho y me mueve. No estoy aferrado a ningún estilo.
Antes la medida del éxito de un artista era el número de discos vendidos, ahora ¿cuál crees que es?
Yo creo que la mayor medida del éxito ahora es la longevidad. También depende de la calidad y de la credibilidad. La medida del éxito es hacer carrera y poder aguantar por ejemplo, 30 años en la música. Hay gente que hace un disco increíble y después no hace nada más, pero eso es su decisión. Carreras como la de Javier Ruiz Val me parecen el exitazo de la vida. Toda la vida sacando discos buenísimos y contando con la credibilidad del público. Que cuenten cosas de verdad, que las sientan y las vivan. Si es para mucho público mejor, pero eso no es lo importante.
Hay muchos artistas que no logran vivir de su música, ¿quizá ese cambio de situación podría ser la clave?
Desde luego. Eso depende también de la calidad cultural de una sociedad. Si no permitimos que nuestros artistas vivan de lo que hacen difícilmente van a hacer una obra o a crear una canción para satisfacer nuestros intereses. También tienes que demostrar que eres un artista. No es lo mismo alguien que quiere probar en el mundo de la música para ver cómo le va que alguien que tiene la necesidad de contar historias, de cantar a pesar de lo que venga. Yo quiero hacer mi arte, a pesar de lo que venga, canto por pura necesidad porque quiero que la gente lo escuche. De alguna manera te va la vida en ello.
Ahora los cantautores vuelven a estar de moda, ¿es una sensación o es cierto?
No sé hasta qué punto de moda, siempre ha habido corrientes musicales. Sí que noto que hay una capacidad de enseñar lo que hace, parece que ahora tienes que explicar menos cosas. Hace algunos años la palabra cantautor parecía maldita porque sonaba a pesado con su guitarra y eso hoy en día no hay que explicarlo. A mí eso me gusta mucho.
Como cantautor estás todo el día creando o componiendo a todas horas?
Busco tener una rutina. Intento leer todos los días, escribir todos los días, pero no todos los días lo consigo. Para mí es muy importante.
¿Qué es lo que más te inspira?
No tengo ni idea, si lo supiera estaría todos los días haciéndolo. Al final tenemos un trabajo que el 90% de las veces no lo sabemos hacer. Es contradictorio, cualquier otra profesión sabe cómo tiene que actuar, pero nosotros no. Voy buscando, leo, canto, toco la guitarra, escucho a otra gente. Unas veces por un estado de tranquilidad, otras veces por una pintada que ves por la calle, por un problema… no lo sé. La cuestión es estar alerta, si tienes esa necesidad de contar, actúas por inercia.
El viernes vienes a Cáceres, estáis teniendo una gira bastante completa se puede decir…
Por alguna razón este año nos está yendo muchísimo mejor. Estamos finalizando la gira porque necesito unos meses de relax y pensar en el siguiente disco. Tengo algunas canciones pero aún no sé hacia donde quiero ir. A Cáceres voy yo solo con mi guitarra. A veces voy con la banda y otras voy yo.