El Belén que el Ayuntamiento de Cáceres monta cada año en el Palacio de la Isla ya puede visitarse con algunas novedades como el suelo de cerámica artística que se ha incluido en la simulación de la Plaza Mayor, algunas zonas nobles y una noria que recoge agua y la vierte en el arca, así como la acequia que riega un huerto que simula las huertas tradicionales de la Ribera del Marco.
La escena, compuesta por 150 figuras, representa la fachada este de la Plaza Mayor con la Torre de Bujaco, la Torre de la Hierba, la ermita de la Paz y la escalinata que sube al Arco de la Estrella, que es la carta de presentación de la ciudad.
El diseño y el montaje lo ha realizado Quini Vilá y han colaborado Felipe Largo y Álvaro Ferreira. Destacan las figuras de terracota pintadas al óleo, y la representación del misterio que es de alabastro y lo pintó la restauradora del ayuntamiento Fátima Gibello.
El Belén está realizado con materiales nobles y típicos de Extremadura como el corcho, y plantas naturales, tierra y barro para sacar la escala cromática de las distintas escenas; luces led, papel, etc, de manera que «es un belén sostenible y artesanal», ha destacado Vila.
El alcalde Rafael Mateos, acompañado de los concejales de Participación Ciudadana, Jacobi Ceballos, de Cultura, Jorge Suárez, y de Festejos, Soledad Carrasco, han inaugurado la instalación, que ha contado con la visita de alumnos de tercero de Primaria del Colegio Diocesano.
Suárez ha animado a los cacereños a que visiten este belén del Palacio de la Isla, «que es el centro cultural de Cáceres, con una representación del nacimiento en nuestra Ciudad Monumental, con la Plaza, el ágora principal de la ciudad donde se reunía toda la gente, y ver la gran belleza y el gusto con que se ha montado». El horario de visita es de lunes a viernes, de 08:00 a 15:00 y de 16:30 a 20:00h.
Y también ha invitado a que tanto cacereños como visitantes participen en las múltiples actividades que se han organizado con motivo de la Navidad, como las actuaciones musicales en los barrios, en la Plaza o en el Paseo de Cánovas, donde hay talleres para los niños, «porque la ilusión de estas fechas no es solo de los niños sino también de los adultos».
