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Si te viera Schopenhauer /
SERGIO MARTÍNEZ

Me gusta conducir. Es un momento en el que disfruto. Me relajo. No sé por qué, pero el coche me aporta refugio y cobijo. Uno de mis trayectos preferidos dentro de Extremadura es la carretera entre Cáceres y Badajoz. Muchos amigos y conocidos siempre me comentan que esa vía es un coñazo y que incluso van a Badajoz por Mérida para poder circular por autovía.

Yo no lo entiendo, cruzar la Sierra de San Pedro, ahora que está especialmente verde y con sus riachuelos en su máximo esplendor, me resulta un placer para el conductor. Si además a esto, le sumas que vas escuchando el último disco de los escoceses Belle and Sebastián, ya puede llegar a ser, incluso, un regalo sensorial. Soy así de raro supongo.

De hecho sois de los que opinan que lo que escuchas mientras vas conduciendo dice mucho de ti como persona.He de reconocer tengo mis vicios a la hora de conducir y, también, mis preferencias sonoras. Si conduzco por la mañana temprano me flipa ir recogiendo la energía que transmite Ángel Carmona en su programa de Radio 3, Hoy empieza todo. Si viajo a mediodía voy intercambiando mis cd´s, tendré unos 500 en el coche, con el contestador de Siglo XXI. Por las tardes no hay rival, la sección de Todo por la Radio en La Ventana de Francino me proporciona una sublime experiencia al volante. He de reconocer que alguna vez he ido más lento a mi destino para acabar de escuchar el programa entero.

Por otro lado si juega el Athletic me engancho a Tiempo de Juego en la Cope. A los que nos gusta el deporte del balón creo que nos encanta escuchar estos programas en el coche. A mí por lo menos, me mantienen despiertos y en tensión. En cuanto a informativos al volante me quedo con Hora 14, si no cd al aparato, y volvemos a subir el volumen para deleitarme con Belle and Sebastian.

Y resulta que el otro día volviendo de Badajoz y mientras intentaba ver a unos ciervos al borde del camino escuché una noticia que hizo sentir orgullo de Extremadura. No me gusta que nuestra región siempre esté a la cola en muchos índices negativos y, cuando me enteré de que se había aprobado en el Parlamento la Ley de Igualdad Social contra la discriminación, sentí mucho orgullo.

Orgullo porque Extremadura se sitúa en materia de derechos y libertades del colectivo LGTB después de la presentación de un nuevo proyecto de Ley de Igualdad Social contra la discriminación. Esta ley garantiza la reproducción asistida para las lesbianas en la sanidad pública extremeña y equiparará la violencia “intragénero” a la machista, además, de que regulará la financiación para operaciones de reasignación de sexo y considerará, la discriminación homosexual un «delito de odio», con sanciones de hasta 45.000 euros. Y lo mejor de todo, esta ley se aprobó con el consenso de todos los partidos. ¡No ven como es posible legislar por los ciudadanos entre distintos partidos!

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