Una treintena de alumnos, entre hombres, mujeres, niños y niñas, se forman ya en la Escuela Provincial de Tamborileros, que comenzaba hace un año su andadura con el objetivo de conservar el patrimonio folclórico para preservar las tradiciones.

Y para “implicar a hombres y mujeres en que nada de lo nuestro desaparezca” su profesor Nando Jiménez opina que esta escuela “es muy importante”, porque el tamboril, dijo, “es tan nuestro como lo son nuestras montañas, nuestros ríos o nuestras gargantas”.

Inició su andadura en febrero de 2017

La escuela, ubicada en la localidad hurdana de Mesegal, se ponía en marcha en febrero de 2017 a iniciativa del Ayuntamiento de Pinofranqueado, la Asociación para el Desarrollo Integral de la Comarca de Las Hurdes (Adic-Hurdes) y la Diputación de Cáceres, cuya presidenta, Rosario Cordero, ha asistido a una de las clases de este su segundo curso para conocer la labor que desarrollan y entregar nuevos tamboriles a los alumnos.

En su visita Cordero les felicitó y agradeció su trabajo por mantener su identidad, patrimonio cultural e historia, “porque esto supone también un importante atractivo turístico”.

Entre los alumnos, los más pequeños, Víctor y Álvaro, de 8 y 13 años, que destacan su contribución para mantener el tamboril “porque los más mayores se van muriendo y nosotros podemos continuar”; y mujeres, como Feli, que siempre quiso aprender a tocarlo pero no lo hizo porque “se veía más de hombres”.

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