La bruja Circe

Nos enseña la naturaleza, que vivimos ciegos tanto tiempo corriendo y buscando riquezas, habitando la falsedad, la mayor parte de la vida, pero eso puede quedar atrás, aprende relajarte y apreciar tú soledad y tu fuerza interior, de ese modo cuando no necesites nada lo tendrás todo. No te centres en lograr de la magia, del más allá, de la divinidad o de la ciencia, milagros o dones, si no pones de tu parte lo necesario.

Si se te dan dones, conocimiento o herramientas son para usarlas, contigo misma y con los demás y hacerlo con amor y amor propio.

Usa esas cosas directas y sencillas que están a tu alcance, meditación, paseos por la naturaleza, sorpresas, detalles. Cultiva tu parcela de autoestima.

Respira el aire, disfruta del color del cielo, el azul, el sol o la lluvia y descubrirás como te llenas de paz, de amor o espiritualidad y eso amiga equilibra y sana.

Reconcíliate si llega el momento con la soledad y eso incluye callar a veces el dolor o el miedo. La soledad consigo mismo si es aceptada, produce satisfacción y enseña muchas cosas.

Y si ya pasó el tiempo de relaciones, vaivenes emocionales, de sexo, bebidas o trasnochadas mal acompañadas. No te aferres hasta hacer el ridículo.

Apura tus etapas con elegancia, qué observar el cielo o las aves que alborotan es tan especial como escuchar el canto de una sirena en el mar.

Así llegarás a reconocer tú fuerza interior y en su reflejo podrás percibir los corazones reales y las falsas ilusiones.

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