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Hace unos años cuando apenas conocíamos a Juan Guerrero, en Avuelapluma le hicimos una entrevista que comenzamos con esta pregunta:
 

Hace 50 años que se dedica a la fotografía, Juan, eso es mucho tiempo, ¿qué significa la fotografía para usted?

“Sí, es verdad toda una vida dedicada a la fotografía. Para mí la fotografía es como un veneno se me ha metido en la sangre y ya no puedo vivir sin ella.”

 

Su respuesta era inevitable. Su vida era la fotografía, pero no sólo eso. Su vida era su familia, su Karmele, sus amigos y su sonrisa perenne. Cánovas no será lo mismo sin Juan portando su cámara y su figura. Pasear con él era, sin duda, uno de los ejercicios más pesados del día ya que podía pasarse todo el camino saludando, desde la cruz hasta la plaza, a sus camaradas y señoritos, como a él le gustaba resaltar entre sonrisas.

Parece que fue ayer cuando se acercó hasta Avuelapluma para preguntarnos si necesitábamos ‘becario’. El fotógrafo en activo con mayor edad, en el medio con menos tiempo de vida. Vino a demostrarnos que la juventud es un estado de ánimo. Como si alguien nos lo hubiera puesto en el camino. Desde entonces, cada día nos daba una lección de vida. Su ánimo, sus ganas de trabajar y el cariño, que desprendió en las oficinas de Avuelapluma, han hecho no se sé si de este periódico una publicación mejor, pero lo que es seguro, es que la ha hecho más humana.

Trabajador incansable nunca faltó a su cita. Jefe, me decía, aquí tiene usted el servicio. Siempre incansable, siempre en primera línea.

Compartir anécdotas con Juan era como visitar una biblioteca sobre la ciudad de Cáceres. Enseñar sin pretenderlo, esa era una de sus grandes virtudes. Como a él le gustaba señalar se formó en la universidad del Madruelo, como Franquete, y las calles de esta ciudad eran su paraninfo particular. Sus cofradías, exposiciones, fiestas, dignísimas autoridades y demás eventos de guardar eran sus citas ineludibles. Era difícil estar en cualquier acontecimiento y no verle con su cámara al cuello. Verle disfrutar en un evento con vino de honor era una delicia para los sentidos. Sus amigos saben cómo le gustaba comer (y más si era de gañote).

Con su morrala siempre a cuestas, Juan Guerrero, es uno de esas personas que gracias a su empatía pertenecen a todos, en otras palabras, uno de esos personajes que hacen ciudad. Juan pertenecía un poco a Cáceres, y sobre todo, a nuestro gremio, el de los periodistas. Desde los más jóvenes hasta los veteranos, en todos, ha dejado su huella en forma de sonrisa perenne. Su recuerdo en nosotros será imborrable. Ahora, espero que la ciudad sepa corresponder a su figura y pronto veamos una calle con su nombre o una estatua con su figura y su cámara. Juan, sencillamente, se lo merece.

En Avuelapluma ha dejado un recuerdo que siempre viajará con nosotros. Desde su espacio ‘Cáceres en el pasado’ nos enseñaba la historia de la ciudad desde su óptica, ahora lo llevaremos siempre presente porque Juan viajará con nosotros en nuestro presente porque para nosotros su magia y su sonrisa siempre estarán presentes en las páginas de este periódico. Adiós maestro.

Sergio Martínez /

 

José Gómez, cámara de Canal Extremadura “Hay días que se te nubla la mirada por el visor de la cámara, hoy es uno de ellos. Uno tuvo la suerte de conocer y admirar a esta leyenda de la fotografía que siempre tenía una sonrisa, una palabra amable y un consejo”.

Mamen Jiménez, Reportera de Canal Extremadura “Que importantes son las personas alegres y cariñosas que siempre te regalan una sonrisa y algo positivo en lo que pensar. Yo las llamo personas medicina. Tristemente acabamos de decir adiós a una de ellas”.

Conrado Gómez, Director de Avuelapluma “Historia viva de Cáceres. Un disco duro andante con millones de Terabytes. Siempre con esa palabra que despejaba las nubes. Se ha ido con su cámara al cuello. Aún tienes que inmortalizar momentos allá donde vayas. Eso sí, recuerda mandarnos las fotos… Buen viaje, querido becario, querido maestro”.

María Delgado, prensa del Ayto de Cáceres “Hoy quiero decirle adiós a una persona entrañable que nos ha dejado. Juan, Don Juan Guerrero, querido Juan. Caballero como ninguno, gran Fotografo y mejor persona”.

Paula Almonacid, Cadena Ser Cáceres “Así y con una sonrisa, arrancaba siempre nuestra conversación. Cariñoso, sin tapujos en sus reflexiones y con la cámara a cuestas durante toda su vida. A él le debo las únicas fotos que tengo trabajando: naturales y sin trampa porque nunca me enteré de sus disparos. Espero ser tan joven como él toda la vida y disfrutar con su pasión al «retratar» lo que pasa. Hasta siempre, maestro fotógrafo Juan Guerrero… ¡Seguro que sigues con tu cámara y tu sonrisa!”

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