Los bretones Gwendal, el vizcaíno Xabi Aburruzaga y los extremeños EnVerea inauguraron la pasada noche del jueves, 19 de agosto, el Festival Internacional de Música Folk de Plasencia (Cáceres).
Así, este festival, que en 2020 no pudo celebrarse por la pandemia, vuelve en su 25 aniversario con todas las medidas de seguridad pertinentes y con un aforo de 400 personas.
Los primeros en subir el telón fueron EnVerea en una cita «muy especial» pues este año cumplen su décimo aniversario haciendo sonar la tradición extremeña fusionada con melodías de diferentes rincones del planeta.
El broche de 🥇 a esta 1ª noche de aniversario de #25FolkPlasencia lo ponen, como la 1ª vez en el año 1996, #Gwendal #FolkPlasencia2021 pic.twitter.com/WYIEpkV93n
— Festival Folk Plasencia (@_folkplasencia_) August 19, 2021
Luego, llegó el turno de Xabier Aburruzaga, que hizo vibrar al público con su pequeño acordeón, la trikitixa. En su actuación, el músico de Portugalete impresionó con la melodía de este instrumento entremezclada con la de otros más habituales.
Además, Aburruzaga estuvo acompañado junto a sus músicos, una pareja bailó danzas vascas en varias ocasiones y, además, regaló su último disco ‘Bost’ a la persona del público que adivinó el compás de una de sus interpretaciones, ha destacado en nota de prensa el Festival Internacional de Música Folk de Plasencia.
El borche de oro de la noche lo puso Gwendal, la misma banda internacional emblemática del folk que inauguró este certamen en su primera edición, hace 25 años.
«Muchas cosas han pasado en este cuarto de siglo, incluida una pandemia mundial, que no han impedido que los bretones regresaran al escenario de Torre Lucía. Además, esta cita suponía un aliciente para los franceses por otro motivo: era su primer concierto celebrado desde enero de 2020«, ha destacado la organización.
Medidas sanitarias
El evento se realiza conforme a la normativa de prevención, de higiene y seguridad para prevenir la Covid-19. Por ello, el público permaneció sentado durante el desarrollo de cada uno de los tres conciertos.
Las 400 sillas mantenían la distancia de seguridad y se ubicaba a la gente agrupada según perteneciesen a la misma unidad familiar o de convivencia.
En la entrada, se hizo un control de temperatura a cada una de las personas que accedían al recinto de Torre Lucía y se dispuso de gel hidroalcohólico para la limpieza y desinfección de manos.
Además, durante toda la noche tanto el personal de la organización como la megafonía estuvo recordando de forma constante cada una de las medidas adoptadas.