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El emblemático establecimiento cacereño cumple cinco años desde su reapertura y lo celebra con un evento cultural y lúdico el viernes 18 desde las seis de la tarde.

Era el año 2011. Tres jóvenes cacereños, amigos inquietos, decidían embarcarse en una aventura de la que desconocían cuál sería el final, pero ante la que estaban “muy dispuestos” e “ilusionados”. Manuel García-Monge, Conrado Gómez y Eduardo Álvarez no esperaban que su curiosidad y necesidad de hacer algo en hostelería, supusiera no sólo salvar un emblemático establecimiento cacereño, el ‘Gran Café’, sino hacerle aún más grande.

Pero ocurrió, y lo que fue el empeño de estos jóvenes profesionales de la Economía (Manuel), el Periodismo (Conrado) y el Derecho (Eduardo), lo que fue un proyecto que, reconoce Eduardo, “asumimos con muchísima ilusión y, sobre todo, con muchísima humildad”, es hoy una realidad, un establecimiento que han conseguido consolidar y situar muy alto en el sector de la hostelería cacereña.

La fiesta aniversario, abierta a cuantos deseen asistir, se celebrará este próximo viernes, día 18

Cuando iniciaban la aventura su idea era mantener la esencia del antiguo ‘Gran Café’, pero dándole un aire nuevo, un aire fresco sobre todo en lo referente a atraer a generaciones más jóvenes, “y yo creo que ha sido una de las metas que hemos conseguido, incorporar a generaciones más jóvenes de las que solían venir manteniendo la esencia del anterior, sobre todo en el tema de los churros , las migas, los aperitivos…, en definitiva, en todo lo que le caracterizaba”, señala Eduardo, socio que ejerce las funciones de gerente.

Multidisciplinar, especial y único

El ‘Gran Café’ cumple cinco años desde su reapertura (lo celebrará este viernes, día 18) y lo que ahora le identifica es que es un establecimiento multidisciplinar, tanto por el público que atrae, “de distintas generaciones, desde quienes desde siempre venían a este local a gente mucho más joven que se ha acostumbrado a venir”; como por las muchas ofertas que incluye más allá de las meramente hosteleras. Se trataba de mantener su esencia dándole al mismo tiempo un aire nuevo y, también, un valor añadido, “pues un negocio pasa por vender, eso es evidente, pero hoy el nivel de exigencia del cliente es mayor y hay que ofertar algo más, lo que en nuestro caso ha sido darle un valor cultural, con las exposiciones, los monólogos, las charlas, coloquios, los ciclos de fado…”.

Con todo, muy bien puede afirmarse que al ‘Gran Café’ se le identifica en la ciudad por ser un local especial, con identidad propia, en el que el cliente se siente muy cómodo… Y es que, cómo no ser especial teniendo en cuenta, como bien señala Eduardo, que es difícil encontrar un cacereño que no haya compartido algún momento de su vida en el ‘Gran Café’. “Hoy en día estamos acostumbrados a un gran número de negocios, como las franquicias, que están muy bien, porque generan trabajo, que es lo realmente importante, pero que carecen de esa esencia personal, de ese carácter único que tiene el ‘Gran Café’”.

Esto, asegura Eduardo, es lo que se ha hecho y seguirán haciendo, “cuidar la esencia del ‘Gran Café’, dotarlo de contenidos y también ir adaptándolo a los nuevos tiempos”; y ello con la confianza de que los años venideros serán buenos, que lo mejor del ‘Gran Café’ está por llegar. Para conseguirlo “seguiremos dándolo todo”, en especial por sus clientes, “que son los que le dan sentido, su valor principal”, y sus empleados, “que son el motor que le hace funcionar, una gran familia de gente comprometida que se identifica perfectamente con lo que significa este local y con los valores que nosotros pretendemos darle”.

I. Bravo /

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1 COMENTARIO

  1. Enhorabuena a esos tres maravillosos chicos que han conseguido algo tan enriquecedor como es la buena compañía en un ambiente tan agradable.

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