Opinión

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El cineasta neoyorkino ofrecerá un concierto con la New Orleans Jazz Band el 30 de diciembre en Badajoz.

Woody Allen, IZAL (producción privada) y Farruquito despiden el año musical en Extremadura. Todos en Badajoz; en Cáceres nos conformamos con un concierto ofrecido por Leonardo Dantés, que tiene mucho arte, sin mencionar a los fans de Orozco y Gemeliers que lo dieron todo hace unos días. El Sevilla viene al Gran Teatro cacereño esta semana, pero no canta, sino que da la nota con su nuevo espectáculo. Así que no cuenta.

Todos estos datos introductorios se resumen en una sola pregunta: ¿cuánto cobra Woody Allen por venir a tocar el clarinete a Extremadura? Pues, de momento, es el secreto mejor guardado por la Junta, que asegura que ha tenido que firmar un contrato de confidencialidad bastante aparente.

Así que el ínclito Woody ofrecerá, junto a la New Orleans Jazz Band, un concierto de fin de año el próximo día 30 de diciembre en el Palacio de Congresos de Badajoz, del que se han puesto a la venta solo 700 entradas (salen el día 16 de diciembre), aunque el aforo supera ampliamente el millar de butacas. El año electoral en el que nos adentramos es lo que tiene.

Volviendo a Woody Allen, es complicado alcanzar a comprender como este venerable abuelo (gestor de grandes clásicos del celuloide como “Manhattan”, “Delitos y faltas” o “Balas sobre Broadway”) se las ingenia para seguir estrenando una película al año y encima irse de gira con su banda. Por otro lado, también es increíble que haya compañías que le sigan asegurando con su edad, para mantenerse en la silla de director.

A pesar de que su ritmo de trabajo hace inevitable que sus filmes muestren una merma en su calidad (no técnica, sino de guión), no impide que de vez en cuando el neoyorkino más popular nos regale verdaderas joyas como la reciente “Medianoche París” (“Blue Jasmine” tampoco está mal, si no tienes en cuenta que es como un remedo moderno de “Un tranvía llamado deseo”).

Por eso, Allen, listo como él solo, se embarcó hace tiempo en su particular aventura europea, con películas (olvidables) como “Vicky, Cristina, Barcelona” o “A Roma con amor”, que más bien parecen guías de viajes pagadas con fondos FEDER. El autor sabe bien que mientras que EE UU se les respeta, en Europa se le adora.

Así que, a Allen no le importa hacer de su capa un sayo y embarcarse en esta especie de concierto y visita institucional, que volverá a colocar a Monago en el objetivo mediático.

Para Monago, este recital será «único», ya que es uno de los tres que Allen ofrecerá en Europa,», al tiempo que ha indicado que con el mismo se iniciarán los conciertos institucionales de fin de año, que serán itinerantes, ya que a Badajoz le seguirá Mérida o Cáceres (sin Allen en esas actuaciones; se entiende).

¿Qué es un concierto institucional? Ah, pues ni idea. Pero seguro que barato no sale.

El presidente regional también ha asegurado que el Gobierno de Extremadura pretende aprovechar la visita de Woody Allen para «vender» el patrimonio cultural y artístico que atesora la región.

Del clarinete al despacho de Monago

Entre eso y que Monago anunció la semana pasada que la región devolverá a las productoras el 20% del gasto en grandes rodajes, lo mismo Allen se desmarca anunciando el rodaje de su “Untitled Woody Allen Project” en tierras serranas, o veratas, o vaya usted a saber, porque todo este asunto se lleva con suma discreción.

Si Monago dice que Extremadura está lista para convertirse «en el mejor plató al aire libre» y afirma que el paro en la industria cultural de la comunidad ha bajado casi un 7%, pues habrá que creerle…

Allen cobra como director, guionista y, si tiene un papel, también como actor. Percibe el sueldo marcado por el sindicato y un porcentaje de los ingresos en taquilla y por eso sabe que embarcarse en tours europeos y pasearse por viejos festivales como la Mostra o el Zinemaldia suponen una labor de marketing inestimable. Lástima que no se prodigue en el ámbito publicitario. Yo le veo haciendo un spot a lo #ExtremelyGood y diciendo aquello de “Dios ha muerto, Nietzsche ha muerto y yo no gozo de buena salud” en el Teatro Romano de Mérida. En cualquier caso, no sabremos cuánto cobrará Allen, ni su banda, por este concierto exclusivo en tierras extremeñas. Y, claro, la oposición se ha cabreado con esta nueva ‘monagada’.

Mientras que IU Extremadura (qué amortizado está ya el pobre Pedro Escobar) dice que ve «bien» que Woody Allen venga a Badajoz «siempre y cuando no le cueste el dinero a los extremeños”, el PSOE de Vara se lleva las manos a la cabeza.

El portavoz parlamentario del PSOE, Valentín García, se ha tirado por la vía fácil y ha agregado que es «una vergüenza» gastar dinero en este tipo de actividades cuando «hay extremeños que pasan hambre». Se ha hablado de un presupuesto de unos 150.000 euros aproximadamente, pero todavía no se sabe cuánto cobra Woody Allen.

Teniente defiende la inversión en artistas

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La vicepresidenta del Gobierno de Extremadura (GobEx), Cristina Teniente, ha defendido el patrocino de artistas como acciones «definidas» y «muy ajustadas» en precio con las que se consigue una «difusión tremenda» de la región.

Así ha destacado que Extremadura realiza en los últimos años una serie de acciones «concretas», «estudiadas» y enfocadas «de forma muy precisa» para promocionar la región, ya que se estudian los mercados a los que se van dirigidas y el potencial de ese público, además de llevar a cabo una inversión «medida» y «anunciada con absoluta transparencia».

Cristina Teniente se refiere de esta forma al reciente anuncio de que la marca de productos ecológicos ‘Organics Extremadura’ patrocinará la próxima gira española de Pablo Alborán, que se unirá a la promoción en su día de la gira del grupo de rock Extremoduro, un patrocinio con el que se llegó a un público en España de en torno a 500.000 personas, según la vicepresidenta.

«Esta es la política que está realizando el GobEx en materia de publicidad y de promoción frente a los más de 40 millones de euros gastados en Marca Extremadura en la anterior legislatura, con campañas oscuras, sin publicidad, sin precisión, genéricas. Nosotros lo que estamos haciendo son acciones muy precisas, muy concretas, muy ajustadas en precio y con una difusión tremenda», ha aseverado en declaraciones a los medios en el Parlamento de Extremadura.

En esta línea, Teniente ha considerado que este patrocinio es una «magnífica noticia» para Extremadura por la proyección que tendrá y por su retorno económico, toda vez que el interés nacional e internacional que despierta Pablo Alborán es un «éxito garantizado» para la promoción de la región y de sus productos ecológicos.

Eduardo Villanueva /

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