Se repartirán a los ayuntamientos y estos serán los que los distribuyan.
La Junta de Extremadura «buscará» cinco millones de euros en los presupuestos de este año para destinarlos a «combatir la pobreza energética» de las familias extremeñas con menos recursos durante este invierno, para que puedan contar con unos mínimos de energía y agua.
Son cinco millones de euros que se repartirán «a los ayuntamientos para que los distribuyan entre las familias que tengan más dificultades para poder pagar la calefacción y el agua en sus casas».
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha avanzado que se aprobará un decreto para destinar estos cinco millones de euros durante este invierno, a la espera de que se apruebe el proyecto de ley contra la exclusión social en Extremadura, que está previsto que pueda ser una realidad a principios del próximo año.
Fernández Vara ha explicado que el Consejo de Gobierno ha tenido conocimiento del documento final de este proyecto de ley, y a partir de esta semana se iniciarán los contactos, antes de enviarlo para su tramitación al Consejo Consultivo y a la Asamblea de Extremadura, tanto con los agentes sociales como con los grupos políticos presentes en la Asamblea.
«Si no hay ningún grupo que tenga mayoría absoluta y no lo hay, lo lógico es conformar el mayor consenso posible y para eso que las cosas las hablemos incluso antes de que sean enviadas al propio Parlamento», ha considerado Fernández Vara, quien ha explicado que el Consejo de Gobierno le ha dado «el ok al documento final», pero «no lo queremos aprobar hasta que no lo sometamos a los agentes sociales y a los grupos políticos».
La ‘pobreza energética’ es un concepto relativamente nuevo, que se maneja con mayor frecuencia desde que empezó la crisis.
Se trata de un a problemática ciudadana que tiene dos vertientes: por un lado quienes no tienen dinero para poder climatizar suficientemente la vivienda, y el de aquellas familias que lo consiguen pero destinando más del 10% de su presupuesto mensual a pagar la calefacción; con lo que se ven obligadas a escatimar en otros gastos básicos como los alimentos.
En ambos casos la tasa extremeña es peor que la media nacional. Así, para un total de 222.000 extremeños el gasto en energía es excesivo, ya que les supone destinar más del 10% de sus ingresos mensuales.
En total, la pobreza energética afecta a 331.000 extremeños, casi uno de cada tres.
Bono social, subvenciones de la Administración o una tarifa protegida son algunas de las propuestas que exponen los colectivos.
Extremadura es la quinta región con mayor porcentaje de hogares que se declara incapaz de mantener su vivienda a una temperatura adecuada en invierno, por eso es “necesaria una reconversión del sector hacia las actuaciones de rehabilitación de edificios”, según datos de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA).
Extremadura se sitúa como la tercera comunidad autónoma “con mayor porcentaje de hogares con gastos desproporcionados” (por encima del 10% de los ingresos) en energía doméstica.
La región extremeña es, por ello, “una región más vulnerable a la pobreza energética que la media del país”, donde más de 220.000 ciudadanos gastan en energía doméstica más del 10% de sus ingresos y hasta 90.000 se declaran incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada en invierno.
200 muertes atribuibles a la climatización
Habitar en una vivienda de temperaturas por debajo de los niveles recomendables (entre 18 y 24 grados centígrados) tiene consecuencias sobre la salud de las personas. Un estudio de la oficina regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizado en 2011, estima que el 30% de las muertes adicionales que se producen durante los meses de más frío pueden ser atribuibles a la mala climatización de los hogares. En España eso se traduce, según el estudio de ACA, en 7.200 fallecimientos cada invierno, y en Extremadura, en 200 muertes.
Eduardo Villanueva /
