La semana pasada, aprovechando la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, tuvo lugar en la asamblea de Extremadura un monográfico dedicado a las políticas de empleo e igualdad. Hasta ahí todo perfecto. Hay que reconocer a sus señorías el sentido de la oportunidad para subirse al carro de los días mundiales con pasmosa complacencia. Son muy de hacerse fotos en las escaleras, guardar un minuto de silencio, leer un manifiesto o condenar un asesinato. Y sin embargo, cuando se trata de hacer política se vienen abajo.

El pleno debía abordar las razones por las que tenemos un 28% de paro, dato que nos sitúa a la cabeza de España y, si se apuran, de Europa. Así no hay quien converja con la media. Durante más de 5 horas se estuvieron echando en cara quién había destruido menos empleo. No se lo pierdan. No hablaron de la efectividad de las medidas o de los retos que tiene esta región ante el futuro. No, ¡estuvieron discutiendo de porcentajes! Algo así como una batalla de mínimos a ver quién se llevaba el accésit de consolación. La consejera de Empleo, Esther Gutiérrez, dijo que pedirá al Ejecutivo de Mariano Rajoy más de 400 millones de euros durante los próximos tres años para que la cifra se armonice con el paro nacional. De ese monto, unos 120 millones para formación y aproximadamente 30 para incentivos a la contratación de empresas privadas. Y miren ustedes, que seguimos errando en la forma de mirar. Pedimos siempre que nos financien parches, en lugar de luchar por un modelo fiscal distinto donde se fomente la instalación de empresas, que a su vez, requerirán buenas conexiones. Hasta que no converjamos con España en comunicaciones y servicios difícilmente podremos crear empleo de calidad por mucho que nos llueva maná del cielo en forma de millones. El Plan de Empleo que se propone desde la Junta será de nuevo coyuntural y transitorio, únicamente encaminado a maquillar la cifra, al menos, durante lo que dura una legislatura.

Nos peleamos si la facultad de Periodismo debe estar en Badajoz o Cáceres cuando seguramente dentro de unos años no exista el periodismo tal y como lo conocemos ahora. Nos preocupamos por los metros inexistentes de vías ferroviarias que tenemos cuando más pronto que tarde los vehículos sin conductor harán el trayecto por nosotros. Exijimos que el comercio se modernice cuando modelos como el de Amazon están copando el mercado. En fin, que el mundo está cambiando y tenemos una región con el récord de paro nacional. ¿No será el momento de cambiar nuestro modelo de empleabilidad para poder competir en innovación e imaginación? Llevamos años a la cola reclamando justicia social para Extremadura y las cifras cada vez son más desalentadoras. Llegó la hora de cambiar de estrategia, ¿no creen?

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