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El festival engancha a cacereños y a ‘forasteros’

Horteralia, la antítesis a los festivales de pop y rock que pueblan la geografía nacional, se ha convertido ya en una cita consolidada que ha conseguido reunir en su quinta edición a más de 2.000 ‘horteras’ en la plaza de toros de Cáceres.

Bajo el marchamo de los particulares “carnavales de Cáceres” el festival se apunta una nueva edición en la que se han vuelto a lucir complementos ya desaparecidos del armario, como es el caso de las riñoneras, calentadores y las denostadas hombreras.

Hasta siete actuaciones y 15 horas de música ha ofrecido esta edición de Horteralia, que este año se ha trasladado a la plaza de toros para ofrecer un espacio más hortera, más accesible y más seguro a los miles de espectadores que llenaron el año pasado el pabellón multiusos de Cáceres. Un coso que se ha convertido en algo así como una feria, con casetas que ofrecen comidas y bebidas para reponer fuerza entre baile y baile.

Así, “el festival que parte la pana” ha contado este año en el cartel con una figura de primer orden dentro de la escena músical española como es el productor, autor y dj valenciano Chimo Bayo, que cerró el evento, dando rienda suelta a sus míticos temazos como «Bombas, Bombas» y «Exta sí, exta no».

La cita arrancó con el pregón de la «inclasificable» Leticia Sabater, que fue una figura clave de la televisión infantil de los 90, y que ha marcado a varias generaciones con programas como ‘Desayuna con alegría’, ‘A mediodía, alegría’ y ‘Con mucha marcha’; programas que se expandieron por la década de los 90 en cadenas como Telecinco y TVE. Sabater –arropada por cientos de entregados horteras que, a primera hora de la tarde inauguraban el festival bajo un sol intenso y por el mismísimo Chimo Bayo– no defraudó con temas como el ‘Leti rap’ y ‘Mr. Policeman’.

Posteriormente, pasaron por el festival la catódica y exsuperviviente Rebeca y el máximo exponente de la Ruta del Bakalao.
Una de las grandes apuestas de este año es Starkytch Pinchadiscos. J. Carlos Higueras y Mariano Bazco son los  integrantes de Starkytch DJ’s, un dúo de pinchadiscos,que se han consolidado como unos de los máximos exponentes de la cultura revival y ‘vintage’ de nuestro país.

Un gran descubrimiento, que ofrecieron música y diversión con una puesta en escena muy trabajada, y que gustó a toda la pléyade de horteras  que a esas horas poblaban la plaza de toros.

El cartel de este año lo completan la Orquesta Punto 3, el tradicional DJ Hortera, el Tributo a Mecano y la actuación de DJ Privan De Camp como maestro de ceremonias.
Horteralia, el primer festival hortera del país, comenzó como una fiesta ‘underground’ en el cacereño café-teatro La Machacona, que ha ido evolucionando hacia un macrofestival que aglutina a miles de personas, ávidas de quitarse la careta durante un día” y reivindicar el espíritu de las hombreras, las riñoneras, el chándal de táctel (conocido como chándal yonki o retroyonki), el look Eva Nasarre y todo aquello que esté relacionado con el concepto “out-of-fashion”.

No en vano, el festival ha vuelto a albergar la ya tradicional entrega de la Riñonera de Oro y las Hombreras de Plata (para los más horteras del garito) y el Premio Mercadillo Franco al grupo más votado por el público por su particular atuendo.

Este año la Riñonera de oro fue para un disfraz de piel de camello y colonia Varón Dandy. Una combinación irresistible. Las Hombreras de plata fueron a parar a un imitador del presentador de informativos, ya jubilado, José María Carrascal y, por último, el premio Mercadillo franco recayó en un grupo de 10 personas con atuendos de Primera Comunión y bebé incluido.

El vicepresidente de la asociación Avuelapluma, Sergio Martínez, subraya que lo que «hace único» a Horteralia y consigue atraer a gente de diferentes puntos del país es «la diversión que ofrece un evento al que se viene a pasarlo bien, sin ningún tipo de complejo; con deshinibición absoluta».

De esta forma, durante un día la capital cacereña se ha convertido en un punto de referencia ‘kitsch’, basado en la premisa de “cuanto más, mejor”. Porque los complementos exagerados (brillantes y pulseras chillones, dorados, gorras y pamelas imposibles) han predominado durante el evento. Aquello que hace apenas dos décadas fue tendencia y ahora resulta fuera de lugar para los gurús de la moda, recobra sentido en este festival, aunque solo sea por unas horas.

Un punto de referencia y casi un punto de peregrinación, porque Horteralia no solo engancha a los cacereños, sino que recibió la visita de numerosos horteras que venías, sobre todo, de Madrid, Andalucía y Castilla-León (y por supuesto, de todos los puntos de Extremadura). Un festival que supone un descubrimiento que no deja indiferente a nadie, como fue el caso de un grupo de 10 estudiantes de Michigan en Cáceres que acudieron al festival «por curiosidad y por Chimo Bayo» el artista más internacional de todas las ediciones de Horteralia.

Un festival que ha servido, además, para rescatar a iconos de la escena ‘kitsch’ como Leonardo Dantés, Paco Clavel y Los Centellas, en anteriores ediciones, y que promete superarse y seguir sorprendiendo en próximas ediciones.

 

Eduardo Villanueva /

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