ELROTO2

Premio Nacional de Ilustración, Andrés Rábago se ha convertido en el bisturí de la crisis con las viñetas que publica en EL PAÍS. De formación autodidacta, empezó a partir de 1968 a publicar viñetas e ilustraciones en revistas como ‘Hermano Lobo’.

En esta maraña de corrupción actual, ¿la función de la sátira es más importante que nunca?
Yo no me suelo ocupar de los temas candentes y de actualidad, pero dejar que se enfríen y retomarlos cuando ya casi se han olvidado. En los temas de corrupción, además, hay mucho ruido mediático que impide que se escuchen otras voces, otras opiniones, que aportan un ángulo y una visión diferente. Así que es mejor esperar. No me gusta tratar temas concretos; la viñeta es una reflexión”

Sus ilustraciones plasman una cierta postura desesperada, de desánimo…
No creo que mis viñetas muestren una postura desesperada, al contrario, ilustran los errores cometidos y la posibilidad de enmendarlos.

Recibe el Premio Libertad de Expresión. “¡Libertad de expresión! ¡Pero sin tener que pensar!” exclama una de sus viñetas…
(Risas) A veces nos pasa, que ejercemos esa libertad sin darnos cuenta de que no es una expresión cualquiera porque estamos en una sociedad mediática y la responsabilidad es mayor. Tienes que tener en cuenta la utilidad de lo que expreses y cuál es su función. No puedes decir lo primero que se te ocurre por le mero hecho de que exista la libertad de expresión. Hay que meditar qué vas a decir y qué utilidad tiene.

¿Mantiene alguna relación con sus editores? En otras palabras, ¿publica usted lo que le da la gana?
Puedo decir que sí, que gozo de esa libertad. Afortunadamente no tengo ningún contacto con los editores. Nadie me dice si mi trabajo es acertado o no, simplemente me dejan publicar lo que ilustro.

Sus viñetas nunca personalizan…
No creo que los personajes sean los autores de las obras, sino que son los actores de las obras. No me interesan los individuos concretos, sino lo que representan. Esos personajes públicos que vemos, la mayor parte de las veces son meros actores de un guión que han escrito otros.

«Gracias a las nuevas tecnologías, me informo al segundo y lo olvido al instante». ¿La sobrecarga de información es un mal de nuestra sociedad?
Es uno de los problemas que tiene la tecnología. Estamos muy informados pero a la vez desconocemos qué es lo que está pasando en realidad…

No reflexionamos, entonces…
Reflexionar debería ser un acto de responsabilidad.

¿Y cómo podemos protegernos de ese ruido?
Yo lo hago. No veo la televisión ni escucho la radio.

Usted es un defensor del papel. ¿Cómo hacer para evitar la sangría de periódicos y plantillas?
Hay una voluntad de que el papel desaparezca, que se une con el auge de las nuevas tecnologías, que están ocupando de manera más inmediata el territorio informativo.

 

EDUARDO VILLANUEVA /

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