Casi dos semanas después de su apertura al público, la calle Alzapiernas inauguró sus esperadas escaleras mecánicas para hacer más fácil subir la cuesta entre la Plaza de la Concepción y Obispo Galarza. De esta manera, la calle ha quedado en su primer tramo peatonal con escaleras tradicionales y rampas para después acceder a las escaleras eléctricas, que tan solo cubren la mitad de la cuesta.
Sin embargo, según cuentan a Avuelapluma Juan Carlos Caso, secretario y portavoz de la Agrupación de Asociaciones Vecinales, “hay deficiencias desde el punto de vista de la accesibilidad”. Además apunta que “aunque entendemos que Alzapiernas es un proyecto del anterior ejecutivo, esperábamos otra sensibilidad por parte del nuevo gobierno, que ni siquiera nos ha convocado para hablar del asunto”. De todos modos, están a la espera del informe de la Oficina Técnica de Accesibilidad (OTAEX), que instará al ayuntamiento a realizar los cambios necesarios.
Las escaleras funcionan las 24 horas
Según el consistorio cacereño, la escaleras estarán operativas las 24 y, para prevenir posibles actos de vandalismo, se han instalado cámaras de vigilancia que están conectadas directamente con la Policía Local.
Las obras de Alzapiernas han costado 428.000 euros
En principio, las escaleras solo se pueden subir y para bajar se puede invertir el sentido, según sean las necesidades de los viandantes.
Alzapiernas, ¿fin de la polémica?
El 28 de enero comenzó esta obra que se ha demorado con el consiguiente perjuicio para la ciudadanía y empresarios de la zona.
Durante las últimas semanas los peatones han podido transitar por la calle Alzapiernas gracias a las rampas provisionales de color grana. El actual equipo de gobierno local decidió abrir la calle pero retrasar la puesta en marcha de las escaleras mecánicas porque había que resolver ciertos problemas con el contrato de mantenimiento.
Conviene hacer memoria para subrayar que la empresa adjudicataria del contrato, GC 10, asume el mantenimiento de las escaleras de Alzapiernas durante los seis primeros años.
Cabe recordar también que las obras de Alzapiernas han costado 428.000 euros. Además, esta intervención afecta a calles aledañas como son la obra de la calle Sánchez Varona y en Zurbarán. Igualmente, a este presupuesto hay que añadir 25.000 euros, importe de la rampa provisional que se instaló de Semana Santa a la Feria de San Fernando.
“Alzapiernas será un punto de inflexión en la accesibilidad como un ejemplo de lo que no hay que hacer. Faltan los botones de guía para las personas invidentes, las ramas son muy empinadas, es muy complicado transitar con un carrito de bebé y el suelo resbala. Alzapiernas es un despropósito”.
Sonia Silva, responsable del área de accesibilidad de COCEMFE Cáceres
Los ciudadanos de COCEMFE quieren ser ciudadanos de pleno derecho y acceder a todos los servicios. Seguimos manteniendo la opción del ascensor para que suba y baje. Muchas personas no pueden utilizar una rampa con esa inclinación. Ya no hablo de las personas con discapacidad, sino de sillas de bebés o personas con muletas.
