Lunes de papel
Emilia Guijarro

El día 18 de Mayo se celebró el día de los Museos, un día propuesto para poner en valor lo que significan como instrumento de acercamiento de la cultura, la ciencia, la artesanía, al alcance del hombre y poder entender a través de sus tesoros y colecciones la evolución de la humanidad en sus distintas facetas.

No hay ciudad importante en el mundo que no tenga un museo, y en la mayor parte de los casos la cifra se eleva por decenas y centenas.

No recuerdo cuando fue la primera vez que fui a un museo, pero sí recuerdo lo que contribuyeron algunos a mi formación. En el museo de Bellas Artes de Bilbao, pasé muchos horas siendo estudiante, y cuando era niña los domingos por la mañana era visita obligada el Museo del Prado de Madrid, y el museo del Ejercito donde mi padre me solía llevar a ver la Tizona y el coche de Eduardo Dato, con su carrocería horadada por las balas que le causaron la muerte. Nunca supe de donde venía su interés.

Anécdotas personales al margen, en este día tengo que hablar de lo dificultoso que resulta visitar museos en silla de ruedas, porque los museos suelen estar ubicados en edificios históricos que tienen numerosas barreras arquitectónicas, por eso apoyo la reivindicación del CERMI, el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad, que en este día ha hecho un llamamiento a hacerlos accesibles para todos los visitantes. Todavía recuerdo en una visita al Museo d’Orsay, en París, la travesía que tuvimos que hacer para acceder con silla de ruedas por puertas traseras y pasillos interminables entre almacenes, para poder visitar algunas salas. Supongo que esa situación ya se habrá solucionado.

Las personas con discapacidad tienen el mismo derecho que el resto a disfrutar de la cultura, pero no siempre pueden hacerlo, porque tanto en su interior como en su exterior existen barreras de comunicación y físicas que les impiden acceder a las obras expuestas.

No vale con hacer una actividad para ellos un día al año o al mes, hay que conseguir que la accesibilidad sea posible los trescientos sesenta y cinco días del año.

En nuestra ciudad tenemos varios museos y salas de exposiciones. Desde aquí tengo que romper una lanza en favor del Centro de Artes Visuales Helga de Alvear que permite un recorrido accesible por todas sus salas.

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