Si yo fuera Chloé Bird me cabrearía

Si te viera Schopenhauer /
SERGIO MARTÍNEZ

El pasado Womad he de reconocer que me lo he pasado “pipa”. Han venido a casa cinco amigos y un perro de los madriles y he vuelto a vivir el Womad con un teenager. Es decir, que he salido jueves, viernes y sábado. Y tiene mérito porque una cosa es salir sin responsabilidades, y otra muy distinta, hacerlo teniendo que trabajar viernes y sábado y jugando un partido de fútbol el domingo de la liga de veteranos. ¡Cosas de la edad!

Pero no se crea, aunque haya vivido el Womad intensamente no soy de los que aparcan, como si de un tráiler se tratara, en la plaza mayor, sacan el botellón y que pasé el fin de semana. ¡No! Soy de los que cogen el folleto informativo y voy ávido de música y de concierto en concierto.

Espero que alguien tome nota aunque mucho me temo que esta reflexión caerá en saco roto

Aunque este año llamar al folleto informativo del Womad, que ha preparado el Consorcio del Gran Teatro, es un decir. Acostumbrado a los desplegables de otros años ver este tríptico mal diseñado y con cero sentido de la estética daba auténtico pavor. Pero lo peor no queda ahí, además no era ni informativo.

Y para que vean a lo que me refiero este es un ejemplo de uno de los textos, el de la cantante extremeña Chloé Bird: “A sus veintidós años, desprende una madurez absoluta. Bella estéticamente e incluso más por dentro. Elegante, tímida, dulce, atenta, encantadora, una niña especial, inspira paz y armonía”. ¿De verdad que no hay nada que aportar sobre su música, lo qué hace o sus proyectos? La verdad es que si yo fuera Chloé Bird me cabrearía y mucho.

Gracias a este y otros afortunados comentarios del tríptico del Womad sirvió de mofa para mucha gente que acudió al festival. En la plaza de San Jorge un grupo de personas de Sevilla lo utilizaban de cachondeo para ver qué artista era el que venía ahora y qué era lo que ponía sobre él en el tríptico. Mis amigos de Madrid hacían lo mismo. Y yo la verdad me sentía avergonzado.

Y me sentía avergonzado porque no puedo entender que el evento cultural más importante que tiene esta ciudad proyecte su imagen de marca y de ciudad con unos trípticos tan bochornosos y que parecían de las fiestas de Villarriba. No se dan cuenta que en esos detalles se está proyectando la marca de la ciudad de Cáceres y que muchos visitante se llevan esa imagen de nuestra ciudad. Espero que alguien tome nota aunque mucho me temo que esta reflexión caerá en saco roto.