La bruja Circe
Por fin el pueblo de Cáceres, de forma unida y multitudinaria, se manifestó contra la Mina de litio.
La provincia de Cáceres tiene muchos lugares con litio, pero claro está, no tienen un reservorio de aguas subterráneas para utilizar, ni están al pie de todos los servicios. Desde luego que tener un industria minera traería algunos trabajos durante un corto tiempo a cambio de envenenar las aguas subterráneas y el aire, destruir la riqueza ecológica de la zona, dejar el entorno destrozado y empobrecido. El pasado domingo parece que por fin la ciudad se ha manifestado, el pueblo, ciudadanos de izquierdas y de derechas, conservadores y liberales, intelectuales y trabajadores manuales, poetas y científicos, niños y ancianos. Fue emocionante ver pasar esas 5000 o 6000 personas caminar unido, en calma pero con la fuerza que da la unión ante una meta. Con un enemigo común, la muerte y el deterioro que representa la mina dentro de nuestra ciudad. Me resultó emocionante y me hizo feliz.
Creo que la catástrofe de la dana de Valencia nos ha hecho comprender que la avaricia rompe el saco y así como ellos llenaron de edificaciones zonas inundables, con el pretexto del desarrollo económico, y eso incremento muy gravemente los daños.
Igual va a pasar aquí, solo es cuestión de cuándo, que terminemos envenenado la ciudad, destruyendo los calerizos, enfermando a los ciudadanos con los venenos en el aire y quizás produciendo reacciones químicas que alteren la caliza y hagan que la grandes cuevas subterráneas sobre las que está la ciudad colapsen y se formen pozos gigantes y no sería el primer lugar en el que pasaría. Tenemos muchas cosas que no tienen otros lugares para poner en valor el entorno. Empecemos a valorar lo que ya tenemos y ponerlo en valor: el turismo de calidad, el ecológico, el cultural e industrias que faciliten los procesos agrícolas y ganaderos, su distribución y su marca distintiva. Centrándonos en la calidad.
No queremos nubes tóxicas, ni procesos químicos extraños bajo nuestros pies. Enhorabuena a los Cacereños, por si respuesta y si reacción. Recordad, todos somos ciudadanos de primera. Por ser de Cáceres no valemos menos.