Moción de censura en el Ayuntamiento de Cáceres en contra de la mina de litio

Los grupos políticos en el Ayuntamiento de Cáceres: PSOE, PP, Unidas Podemos y los concejales no adscritos Francisco Alcántara, Mar Díaz y Teófilo Amores han registrado una moción conjunta para el Pleno ordinario del jueves 18 de febrero para mostrar su rechazo al proyecto mina de litio en la Sierra de la Mosca cacereña.

De esta forma, toda la Corporación municipal, excepto los tres ediles del grupo municipal Ciudadanos (Cs), quiere con con esta medida recalcar su negativa al proyecto de instalación de una mina de litio en el entorno de Valdeflores porque opinan que es «insostenible ambiental, económica, patrimonial y socialmente».

En el texto se pide al Gobierno de la Comunidad Autónoma de Extremadura que ponga en marcha los medios técnicos y jurídicos «suficientes» para llevar a término, tal y como indica el ordenamiento jurídico español, «un rechazo efectivo a este proyecto habida cuenta de las amenazas citadas y los riesgos tanto económicos como para la salud pública que pudiera acarrear dicha acción extractiva».

Además, estos 22 concejales cacereños piden también la colaboración de la Junta de Extremadura para «una protección efectiva de los valores ambientales, patrimoniales y sociales del entorno de Valdeflores conforme a lo recogido en el Plan General Municipal (PGM)». Asimismo, se insta al Gobierno de España a utilizar los medios técnicos y jurídicos de que dispone, conforme al ordenamiento jurídico español, para «proteger adecuadamente los valores ambientales, patrimoniales y sociales» del entorno de Valdeflores, respetando las áreas de protección ambiental establecidas en el PGM vigente, y que colabore con la protección, promoción y revalorización de los valores históricos, paleontológicos, patrimoniales, geológicos y ambientales de la ciudad de Cáceres.

Impacto devastador

Entre los motivos expuestos, queda claro que los firmantes de la moción consideran que el proyecto de explotación minera en la Sierra de la Mosca para la extracción de litio a cielo abierto y a menos de 2 kilómetros de la ciudad, «tendría un impacto devastador en el medio ambiente del entorno de Cáceres y, por tanto, para la salud y la calidad de vida de sus cerca de cien mil habitantes».

Por otra parte, el texto pone de manifiesto que las noticias sobre las intenciones de instalación en la ciudad de una mina a cielo abierto en el paraje de Valdeflores, muy cercano a la ciudad monumental cacereña, han puesto en alerta también a la Unesco que «ha pedido explicaciones formales» al Ayuntamiento de Cáceres y a la Junta de Extremadura sobre los efectos de dicha actividad en el Patrimonio Histórico de la ciudad, cuyo conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad el 26 de noviembre de 1986.

El texto también advierte sobre la «descarada y descarnada ofensiva propagandística a favor del proyecto minero» que está desarrollando la compañía que lo presenta como «la mejor opción para el futuro de la ciudad», pero «omitiendo las repercusiones ambientales como la alteración del terreno, la destrucción de la flora y la fauna autóctonas, el alto riesgo de contaminación de la superficie y de las aguas subterráneas».

Proyecto especulativo

«Repercusiones que en absoluto pueden ser compensadas con la escasa oferta de creación de empleos anunciada y un supuesto programa de rehabilitación de los terrenos abandonados en una situación de degradación sin posibilidades reales ni de regeneración ni de aprovechamiento; por otra parte y lamentablemente, nada nuevo en el panorama minero», insiste la moción.

Los concejales cacereños que apoyan la moción en contra de la mina considera, igualmente, que este proyecto es «altamente especulativo y claramente incompatible con la defensa de las especies silvestres y de nuestro hábitat». «Entendemos que es un proyecto que no cumple los criterios de sostenibilidad desde el punto ecológico, económico y social», destaca el texto, que reitera que este proyecto «es insostenible ambientalmente» por su ubicación cercana a algunas infraestructuras como la potabilizadora, el Hospital Universitario, el Campus Universitario o el Centro de Cirugía de Mínima Invasión.

Efectos adversos

Además,  la moción en contra de la mina resalta los «efectos adversos» de la actividad extractiva que dañaría la corteza terrestre, contaminaría el aire con «polvillo tóxico», o al igual que las aguas superficiales y los acuíferos. «Si los residuos químicos no son debidamente tratados y almacenados pueden filtrarse hasta los caudales de agua fresca, contaminándolos y disminuyendo la vida presente en los mismos», indica.

También hace referencia al «enorme cráter» que generaría la mina a cielo abierto, así como a los ruidos y vibraciones por las perforaciones y las voladuras, lo que afectará «directamente» sobre el patrimonio histórico, arqueológico y paleontológico. Todo esto, según señala la moción contra la mina «podría acarrear graves consecuencias desde el punto de vista turístico y sobre todo de la propia declaración del conjunto Patrimonio de la Humanidad».

Con respecto a la sostenibilidad económica, PSOE, PP, Unidas Podemos y los tres concejales no adscritos creen que «se basa en inversiones especulativas canalizadas por lo que se conoce en el argot societario como una sociedad vehículo especial», que los textos económicos definen como «una subsidiaria creada por una empresa matriz para aislar el riesgo financiero utilizándose para emprender un propósito arriesgado al tiempo que reduce cualquier impacto financiero negativo sobre la empresa matriz y sus inversores».

Además, se pone de manifiesto que Tecnología Extremeña del Litio SL, responsable del proyecto minero es una sociedad de capital mínimo participada al 75 % por Extremadura Mining SL y al 25 % por Valoriza Minería, del grupo Sacyr. A su vez, Extremadura Mining SL es 100 % propiedad de Tonsley Mining SL (ambas de capital mínimo) que a su vez es 100 % propiedad de Infinity Lithium.

Por último, según el texto de la moción sobre el proyecto de la mina «no cumple con criterios de sostenibilidad social porque es incompatible con un modelo de ciudad sostenible, limpia, sana, con aire libre y respirable, que, además de apoyarse en sus valores históricos y culturales, trabaje por una transición energética justa y el desarrollo económico mediante la promoción de proyectos y empresas con base en la ciencia, el conocimiento, la investigación y la innovación en un entorno natural muy bien conservado», sentencia.

 
FuenteEuropa Press/Avuelapluma
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