La bruja Circe

El origen de la palabra membrillo procede de las ramas del membrillero. Los griegos conocían una variedad común que se cultivaba en Creta, en la ciudad de Cydon. En Grecia los amantes ofrecían el membrillo que estaba consagrado a Afrodita, la diosa del amor y la fecundidad para asegurar la fidelidad y seguridad con sus parejas y dar buen aliento

Sus frutos con abundantes taninos, que le confieren propiedades terapéuticas símbolo del amor y fecundidad

A través de los siglos las tradiciones sobre su poder amatorio han tenido múltiples variantes, la mayoría consistentes en dulces manjares, aunque también se les incluye en algunos rituales esotéricos. Hoy os dejó uno sencillo un membrillo, una cucharada de miel de abeja, tres velas (roja, rosada y blanca) y papel blanco.

Forma un triángulo con las velas encendidas, colocar en el medio un plato blanco con el membrillo al que con un cuchillo se le hace un orificio en la parte superior, para luego rellenarlo con la miel. El mejor día el viernes, usar velas flotantes o velitas pequeñas porque tienen que consumirse, déjalo en el plato hasta día siguiente hay que dar por lo menos tres mordiscos al membrillo en la parte donde esta la miel, los puedes cortar con un cuchillo prometo. Luego se envuelve en el papel hasta el lunes, que lo pones en algún lugar de la naturaleza que los animales puedan aprovecharlo. El membrillo tiene el poder esotérico de proteger y favorecer una unión sentimental. La vela roja encenderá la pasión, la rosada llamará a la ternura y la blanca devolverá la armonía mientras que la miel atraerá dulzura a tu vida.

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