Con pleno arraigo social en Cáceres, donde reside desde hace ya ocho años, Moumine Kone se enfrenta a una orden de expulsión “por la dejadez de la Administración”.

El joven Moumine Kone, natural de Mali y desde hace ocho años vecino de Cáceres, donde se encuentra totalmente arraigado, con pareja española y a la espera en breve de su primer hijo, se veía sorprendido el pasado 8 de junio al conocer que se ordenaba su expulsión del país, que tendría que dejar en quince días.

En apoyo a Mou, que es como se conoce en la ciudad a este africano de 34 años, se iniciaba entonces, a través de la plataforma online Change.org, la campaña #Mousequeda, que en apenas veinte días conseguía reunir más de 139.500 firmas para solicitar la paralización de la orden de su expulsión de España, firmas que entregaba la pasada semana en la Subdelegación del Gobierno en Cáceres.

A Mou le acompañaba su abogado, Antonio Luis Díez, (su bufete se ha hecho cargo de forma totalmente desinteresada del caso, del que se enteraron por las redes sociales), que registraba un recurso de reposición dirigido a la Comisión Interministerial de Asilo y Refugio, y a la que seguirá, en el caso de que este recurso no prospere, la presentación de un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional.

Para Mou “la única razón” en la que se basa el Ministerio de Interior para expulsarlo es en un informe de 2014 del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) que recoge que Mali “es un país seguro”, pero según señalaba el propio Mou “yo no pedí asilo en 2014, sino en 2012, aunque no ha sido hasta 2017 cuando me han contestado”; a lo que su abogado matizó que la Administración tenía seis meses para responder la solicitud de asilo político, “pero tardaron cinco años, por lo que el procedimiento había caducado”.

Y debido “a la dejadez de la Administración”, añadía Díaz, Mou “ha ido afianzándose más en ese arraigo social en Cáceres en todos los aspectos”, aprendió español en la Universidad Popular, hizo varios cursos de formación profesional, y desde 2014 ha trabajado en diferentes empresas como cocinero, cuidando personas mayores y en seguridad.

La odisea de Mou

Moumine Kone huyó en 2007 de su país “por la falta de seguridad y de oportunidades, para mejorar la vida”, llegó en patera a Canaria y, tras un tiempo en Madrid, en 2008 llegó a Cáceres, donde se ha asentado, tiene a su familia, sus amigos, su mujer y, dentro de unos meses, a su hijo.

Un año después de su llegada, le detuvieron por no tener documentación, y le interpusieron una orden de expulsión del país, pero ésta quedaba paralizada en 2012 al solicitar Mou el asilo político, petición que no ha tenido respuesta hasta este pasado 8 de junio, cuando el Ministerio del Interior le denegó el asilo y ordenó su expulsión del país.

Cabe destacar, también, Asimismo, que ya no tiene nada por lo que volver a Mali, pues sus padres murieron a causa de la guerra y su hermano, que estudiaba la carrera de Medicina en su país, abandonará éste próximamente.

Con todo ello Mou, que se siente “muy orgulloso y agradecido” por el apoyo que está recibiendo, confía en que todo se solucione y pueda quedarse; aunque reconoce también que si algún compatriota le pidiera consejo sobre venir o no a Europa, “le diría que no, y mucho menos en patera”.

Apoyos de Subdelegación y Ayuntamiento

Tanto la Subdelegación de Gobierno como el Ayuntamiento han mostrado el apoyo al joven maliense. El subdelegado, José Carlos Bote, lo hacía en un encuentro mantenido con Moumine Kone, al que planteó las posibles soluciones expuesta por los funcionarios de Extranjería, entre las que figuran solicitar ahora el derecho de residencia “por arraigo social” o inscribirse como pareja de hecho en los registros de la Junta y pedir la residencia “por ser familiar de un ciudadano de la UE”.

Esta última opción, según el subdelegado, “sería la más rápida”, pero para ello necesita su documentación, que debe solicitar en la comisaría, algo que Bote consideró factible, pues según dijo la comisaría de policía les ha comunicado que Moumine “no tendrá ningún problema” en que le devuelvan los documentos de forma temporal para hacer ese trámite oficial.

Por su parte la alcaldesa, Elena Nevado, interesado por la situación de este joven maliense, mantuvo con él una reunión en la que, tras conocer su historia, le deseó una pronta solución a su situación legal y le garantizó total apoyo al “proyecto de vida” que tiene en la ciudad, “todo el apoyo del ayuntamiento para cualquier necesidad que pueda tener” de cara a la realización de trámites administrativos de ámbito municipal.

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