obispos_espanoles

Con Ɣnimo de discrepar /
VƍCTOR CASCO

Parece que la revolución franciscana tarda en llegar a la conferencia episcopal española y parece poco probable que se asiente entre nuestros obispos españoles, esa suerte de fariseos clamando a los cuatro vientos su preocupación por la «ideología laica», la «ideología feminista», los derechos de gais y lesbianas y cualquier otra cosa que nos sitúe en el camino de la modernidad. Del paro, la miseria social, los desahucios de las familias o de la pobreza infantil, por el momento, no dicen nada, ni se espera que digan nada. Ya saben que Cristo predicó la Iglesia de los pobres, pero nadie la ubicó geogrÔficamente y, claro, la Iglesia de los pobres es en el MÔs AllÔ, donde los últimos serÔn los primeros; en el MÔs AcÔ la Iglesia no estÔ para esas consignas revolucionarias y bastante tiene con calcular sus inversiones en bolsa o pagar campañas en favor de la cruz en la declaración del IRPF.

500 aƱos tardaron los purpurados en entender que la Tierra no gira alrededor del Sol

500 aƱos tardaron los purpurados en entender que la Tierra no gira alrededor del Sol y los obispones espaƱoles van camino de superar ese rĆ©cord en materia de reconocimiento de los derechos humanos. El Ćŗltimo en formular una nueva barbaridad ha sido el de MĆ”laga, JesĆŗs CatalĆ , que no pretendiendo ofender a nadie (faltarĆ­a mĆ”s) considera que los gais no deberĆ­amos poder casarnos porque lo nuestro se asemejarĆ­a al matrimonio de un hombre y un perro o un anciano y un bebĆ©… De zoofilia no sĆ©, pero de pederastia saben un rato, eso es cierto. En lo que no les reconozco ninguna autoridad es en materia de matrimonio: pero ĀæquĆ© pueden aportar unos seƱores que tienen prohibido casarse, tener hijos, formar familias? ĀæquĆ© van a saber ellos de hijos y de criarlos? Āæcómo van a entender lo que significa amar a otra persona, hombre o mujer, ellos, que solo aman los oropeles y la apariencia? Claro que tal vez el obispo de MĆ”laga estaba pensando en la familia sagrada, formada por una virgen perpetua, un perpetuo cornudo, un hijo, una paloma y un Ć”ngel que anunció a la virgen que quedarĆ­a embarazada gracias a la paloma, el parĆ”clito que dirĆ­an los santos Padres de la Iglesia. Vamos, una familia como las de toda la vida, como dios manda… nunca mejor dicho.

En fin. Esperemos que algún día el «franciscanismo» les alcance. Roguemos una oración a todos los dioses para ello.

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