La Plataforma de Cáceres exige la regularización de las personas migrantes
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Lunes de papel /
Emilia Guijarro

José Emilio Pacheco, Premio Cervantes del año 2009, en un poema suyo de denuncia social, que llamó «Los indeseables» describía la situación de muchas personas en el planeta. El poema es un grito en el que se pregunta : ¿si no tengo trabajo, porque la gran fábrica quiebra, si mi país se hunde en una guerra y tengo que huir de la devastación, si no tengo papeles de qué voy a vivir?

Acababa de leer el poema, cuando en la radio, la que me acompaña por las mañanas en el desayuno, escuché que cinco millones de personas en nuestro país sufren «pobreza energética «(ahora que nos hemos dedicado a diseccionar la pobreza en partes, y a ponerle adjetivos), familias que no pueden encender un radiador o que no pueden calentarse la comida, porque les han cortado la luz.

El gobierno catalán ha redactado y aprobado un decreto contra la pobreza energética, pero con la celeridad del rayo, el Gobierno Central ha declarado inconstitucional dicho decreto, como si se tratara de la «estelada», esa bandera que provoca ardorosos enfrentamientos para todos los gustos y colores.

Y no hemos oído tanto ruido, mas que las denuncias que aparecen, como en este caso, en una programación matutina, y otras en lugares discretos de la prensa escrita. No he encontrado posturas rotundas de la alcaldesa de Barcelona, ni plantes del Presidente catalán, como con la estelada y el futbol.

Quizás, como decía el poeta, «los indeseables» no merezcan más que un gesto porque ya llega el verano y pueden calentarse al sol en los bancos del las plazas.

En estas andamos en Cataluña, cuando el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha aprobado, a mediados de mayo, un decreto-ley de Medidas Extraordinarias para luchar contra la Exclusión Social, entre las que figuran la universalización de la atención sanitaria, la modificación de la Renta Básica de Inserción, la regulación de los mínimos vitales sobre agua y electricidad y mejoras en el acceso a la vivienda. Y tampoco ha tardado en llegar la amenaza de la inconstitucionalidad.

La respuesta del ejecutivo extremeño ha sido la de seguir adelante con el decreto, espero que con el apoyo de toda la oposición…

Aunque vivimos en un país qué prefiere enzarzase por banderas antes que por los derechos de los miserables de la tierra! Por eso quiero terminar con los versos finales del poema: «Me desemplearon hoy y para siempre…../ y nuestros amos dicen que ya es hora / de callarme y hundirme en la basura.

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