La provincia de Cáceres suma a su catálogo turístico un nuevo mirador, en este caso construido a mil metros de altitud en la localidad de La Garganta, y ejecutado dentro del Plan de Sostenibilidad Turística Ambroz-Cáparra de la Diputación de Cáceres, con una inversión total de 284.000 euros.
Este nuevo recurso permite divisar el paisaje de esta comarca haciendo un recorrido con la mirada por espacios como el Cancho de la Muela, la Cruz de Jeromo o la Ermita de San Gregorio, además de contemplar otras localidades cercanas como Gargantilla, Aldeanueva del Camino o Jarilla.
Desde estas alturas también se pueden admirar las Tierras de Granadilla, la Sierra de Francia, la Sierra Molinillo y del Hornillo, la Sierra de Hervás, y buena parte del Valle del Ambroz.
Al mirador, que se emplaza en la Vía Pecuaria «Cordel del Berrocal», se accede desde la carretera CC-225, a 1,5 kms del pueblo de La Garganta, en dirección a Candelario. Una vez allí, el visitante se encuentra con 400 metros de estructura plenamente accesible para su uso y disfrute.
Cuenta con dos zonas diferenciadas, una de recepción del visitante con dos bancos corrido y una plataforma circular de 15 metros de diámetro desde donde visualizar la panorámica del entorno en 360 grados. La zona experiencial consiste en una pasarela de recorrido longitudinal, de 2,50 metros de anchura y 60 metros de longitud, que se eleva progresivamente sobre el terreno y que culmina en un espacio cubierto aporticado que da paso a un voladizo.
Esta zona configura un hito visible a gran distancia y alcanza una altura de unos 6 metros sobre el terreno natural. La pasarela está constituida por 6 vanos de 7,00 metros de luz.
Compatibilidad entre el turismo y el uso natural
Al estar ubicado en una vía pecuaria, su diseño ha sido cuidadosamente estudiado para garantizar la compatibilidad entre el turismo y el uso natural de la vía pecuaria. Así, el paisaje natural da paso a un paisaje construido que respeta la génesis del lugar. Tanto es así, que la estructura es completamente desmontable, según informa la diputación cacereña.
Este nuevo mirador fue visitado la pasada semana por el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, acompañado del alcalde de la localidad, Juan González, así como de la vicepresidenta Primera de Territorio, Esther Gutiérrez, y del vicepresidente Tercero de Fomento, Luis Fernando García Nicolás.
«Está claro que la denominación de ‘experiencial’ no es casualidad, y que contemplamos un auténtico diálogo con la naturaleza», ha expresado Morales, en su visita al «Mirador experiencial de La Garganta», una de la últimas obras ejecutadas, , por la Diputación de Cáceres, y enmarcada en el Plan de Sostenibilidad Turística Ambroz-Cáparra.
En este sentido, la vicepresidenta Esther Gutiérrez ha incidido en la importancia de un plan como el de Ambroz-Cáparra, del que uno de sus objetivos es «poner en valor puntos que son más desconocidos de las comarcas».
Juan González, alcalde de la localidad, ha recordado que con este nuevo mirador «se va conformando todo un paquete turístico, porque cuando llegas a La Garganta puedes visitar el Centro de Interpretación del Lobo, que ya cuenta con más de 30.000 visitas, luego acercarte al pozo de la nieve, conocer la trampa para lobos, el mirador astronómico, la vía ferrata de La Muela…».
Hormigón y naturaleza
A toda esta oferta se sumará, tal como ha adelantado el alcalde, una tirolina de casi dos kilómetros de longitud y 1.600 metros de altura, que iría desde La Cruz de Jeromo hasta el corral del lobo. Parajes todos ellos que las autoridades han aprovechado para recorrer en esta visita.
En cuanto a la estructura del nuevo mirador experiencial de La Garganta, el protagonista de la obra es el hormigón. Dicho hormigón se emplea como denominador común en toda la actuación, de distintas formas, como elementos estructurales, bancos, apoyos, adornos, elementos delimitadores de aparcamientos, etc. Le acompaña en su función el acero galvanizado.
Ambos materiales han sido escogidos adoptando criterios de sostenibilidad y durabilidad, teniendo en cuenta que sus requisitos de mantenimiento son mínimos. Al tratarse de elementos expuestos a las inclemencias del tiempo se ha considerado primordial el empleo de materiales resistentes y durables que precisen de escasos cuidados, características de las que están dotados ambos. La facilidad de su adquisición garantiza la sostenibilidad medioambiental de la actuación.