La bruja Circe

La fina línea que se traza entre la libertad de opinión y expresión y la invitación en medios públicos a la violencia incluso a la sedición, se la saltan muchos bajo pretexto de tener la verdad. Y su verdad no es la verdad y hablar expresando que los dirigentes de cual o tal partido son unos vendidos, o incluso espías o células dormidas de tal o cual país, es lícito si «presentas pruebas» no conclusiones de análisis personales, que entonces, incluso aunque tuviesen razón todas esas fuerzas desestabilizadoras, sean conservadores o sean más o menos progresistas, es calumnia ante la ley.

Lo que yo acepto, en todo caso es un riesgo que la persona corre.

Pero cuando se desclasifica a las personas o dirigentes, que están ahora en la gestión del país, sean de uno u otro partido, llamándonos a tomar acción directa y saltándonos la democracia, es incitación a la violencia e incluso a la sedición.

Eso me asusta. Parece que todos los que no tiene la sartén por el mango, se dedica a desclasificar, desestabilizar y a invitar a acciones que crean el caos, para luego, ampararse en ese caos. ¿Para qué? Me preguntó ¿es para arrimar el ascua a su sardina ? O hay intereses ocultos para desestabilizar, no a los partidos o los gobernantes sino a la misma institución de la democracia. Digo yo que si estamos en Europa y no nos gusta, pues tal y como se entró, se ha de pedir un referéndum como han hecho los ingleses. Y si sale que la mayoría no quiere ni a Europa ni a la ONU, pues nos quedamos solos, que «el buey solo bien se lame» conscientes eso sí que en este mundo globalizado por las comunicaciones y la tecnología, vamos a quedarnos obsoletos y pagar a precio de otro lo que no tenemos y vamos a vender a los pocos que nos compren si nos sobra algo a precio del que vende pañuelo en los semáforos. Y si no mirad los documentales de animales y veréis cómo se agrupan en manadas y de cuánto menos fuerza, más individuos.

Me asusta el caos que se está gestando, impulsado por fuerzas que se llaman patriotas y no tienen en cuentas al individuo ni las libertades en un extremo y en el otro, pero al menos esos dan la cara y presenta y proyecto político. Pero me asustan más los arengantes agoreros y todos los peces pequeños que solo miran de arrimar el ascua a su sardina a costa del pueblo, que intenta sobrevivir, mantener su país en un estado democrático y de derecho.

De lo que no tengo duda es que hay que perseguir cualquier tipo de corrupción. Un político o sus asesores no pueden multiplicar por millones su patrimonio mientras está en el poder.

A mí sinceramente me da miedo.

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