La Mancomunidad de Municipios del Valle del Jerte recuperará esta primavera su programación cultural y turística estrella, el Cerezo en Flor. Este año vuelve a su formato habitual, que engloba como pieza central la Fiesta de Interés Turístico Nacional, tras dos ediciones sin poder celebrarse.
Las actividades tendrán lugar entre el 20 de marzo y el 7 de mayo, comenzando por el Despertar del Valle, del 20 a 24 de marzo; el Cerezo en Flor, del 25 de marzo a 9 de abril, que este año se inaugurará en Jerte y la clausura en Valdastillas; y Lluvia de Pétalos, del 10 de abril a 7 de mayo.
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Con el objetivo de poner en valor la identidad cultural y la actividad agrícola, la Mancomunidad de Municipios del Valle del Jerte ha programado actividades que combinan la cultura, la educación, la gastronomía, el turismo activo y el disfrute del paisaje con el conocimiento y la interpretación consciente del territorio, indica en una nota de prensa.
«Una apuesta clara por la puesta en valor de las culturas populares y la vida agrícola de los pueblos del Valle, a través de un reconocimiento de las labores del campo y su reflejo directo en el paisaje aterrazado y en las plantaciones de cerezos», ha explicado José Ramón Herrero Domínguez, presidente de la mancomunidad.
La programación orientada a visibilizar la vida tradicional en sus pueblos y la relación de ésta con el medio natural y los ciclos agrícolas, sin olvidar el disfrute de sus «numerosos recursos turísticos», ha señalado.
Con todo, el fin de la programación para la fiesta del Cerezo en Flor para el 2022 de la Fiesta del Cerezo en Flor es el de apostar por «una recuperación del sentido original» de la fiesta. Por ello, se vincula al trabajo agrícola, al momento de celebración de la fertilidad del campo y la llegada de la época de la recolección de la cereza.
Se persigue, a través de actividades participativas, rutas, paseos comentados, música tradicional, etc. abrir un espacio de trabajo y celebración en torno a la identidad cultural y la trascendencia social del momento de celebración de la floración de los cerezos que son atractivo paisajístico y a la vez medio de vida.
