En Extremadura unas 4.700 personas son diagnosticadas cada año de cáncer, según señaló la semana pasada el consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, durante la celebración del II Congreso extremeño de personas con cáncer, donde también aseguró que en un futuro, uno de cada dos hombres y una de cada tres o cuatro mujeres podrían padecer esta enfermedad a lo largo de su vida.

Según recoge Europa Press, Vergeles indicó que el cáncer debe considerarse «cada vez más una enfermedad crónica», dado que las tasas de supervivencia en Extremadura y España son mayores que en otros países de la Unión Europea y la media de supervivencia de todos los cánceres ya supera el 53 por ciento.

Al respecto, abogó por seguir trabajando en el ámbito de la investigación e hizo hincapié en que en Extremadura se están realizando alrededor de 175 estudios de investigación en materia de cáncer.

La media de supervivencia de todos los cánceres ya supera el 53 por ciento

También se refirió al cáncer infantil al incidir en que, desde la apertura en 1990 de la Unidad de Oncohematología Pediátrica en Badajoz, recientemente reformada, son 475 los niños que han pasado por el cáncer en Extremadura y que «afortunadamente» tienen una supervivencia «muy alta».

Añadió que las familias tienen un papel «muy importante» en una iniciativa incluida en el Plan Integral del Cáncer en Extremadura como el ‘Pasaporte del superviviente’, que consiste en que aquel niño que ha superado la enfermedad en la edad pediátrica pasa a adulto y debe seguirle un oncólogo de la edad adulta, en relación a lo cual ha afirmado que las familias «son los grandes transportadores, por decirlo de alguna manera, de esa información clínica que permite la continuidad asistencial».

Apoyo familiar

En relación a las familias, Vergeles recordó que hay pisos y residencias, especialmente para aquellos padres que deben estar con sus hijos alrededor del Hospital Materno Infantil y una residencia de familiares en el Hospital Universitario de Badajoz.

Por ello destacó la importancia de «implicar a las familias» en un doble sentido, en primer lugar porque deben «ser parte del afrontamiento de la enfermedad por parte del paciente», y en segundo porque se les debe reconocer el «papel tan importante que tienen» en todo el tratamiento, afrontamiento o superación de cada una de las fases que atraviesan los pacientes.

Tampoco quiso «olvidar» a los voluntarios, que hacen una labor «impresionante que no cubre el sistema sanitario público de Extremadura», que «lo dan todo por estar ahí con una formación magnífica» y que forman parte de una red de unos 200 voluntarios en toda la región entre los que colabora «de forma muy activa» la AECC, razón por la cual ha querido reconocer su labor a la hora de que los enfermos afronten la enfermedad.

El Congreso fue organizado por la Asociación Española Contra el Cáncer, cuyo presidente del comité técnico de Badajoz, Fernando García Urra, agradeció las palabras del consejero sobre los voluntarios y los familiares, a los que definió como auténticos enfermeros, cuidadores y hasta médicos de los pacientes.

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